UNA TARDE
TIBIA
Si una tarde
sonora llaman a tu puerta,
Palomas,
campanas, golondrinas;
¡No dejes que
la vida te atalante!
Piensa en
poesías y, en el bien que aún existe,
¡Abre! Deja
que entre ese soplo de vida que necesitas.
Si abres y no
sientes el canto de las campanas,
Cierra, llora,
porque ya no sientes nada.
FLORECEN Y SE
DESHOJAN (quintillas)
Cada noche con
mi almohada,
los versos que
me acongojan
florecen y se
deshojan
desaparecen
sin nada
entre lágrimas
se mojan.
Con mis
suspiros imploro
que cesen ya
mis enojos
resbalando de
mis ojos
esas perlas
que yo lloro
que rodando,
se van lejos.
Cada poesía es
un relato,
lo que para mí
quería
a veces yo lo
sufría
haciéndoles un
retrato
mi pensamiento
dormía.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
ResponderEliminarDos buenos poemas, que dicen mucho...