SOÑAR
(Viviendo un mundo feliz.)
Son sueños… ¡fabulaciones!
¡Intrépidas andaduras!
¡Oníricas emociones
sin barreras ni censuras!
Son… morar dulce utopía.
Germen de imaginaciones.
“Soñar sueños”, cada día,
alimenta corazones.
Sueña el niño en ser mayor;
y, el mayor, con “su pequeño”.
El novicio, en ser Prior
y, el eral, en ser cinqueño.
Sueña el rico –en su riqueza-
ser personaje influyente.
Sueña el pobre -en su pobreza-
no dar lástima a la gente.
Disfrutar la gran ciudad,
sueñan labriego y pastor.
El cura, en ser Santidad.
El vanidoso, en “Señor”.
Sueña con mimar mujer,
quien no encariñó a ninguna.
¡Su amor quisiera tener!
Llora su mala fortuna.
Soñando, damos colores
a apetencias e ilusiones;
forjamos mundos mejores;
cumplimos aspiraciones.
Soñar dormido –o despierto-
es… vivir un mundo nuevo.
Cuando el hombre se haya muerto
¿Continuará siendo un juego?
Soñar no cuesta dinero,
pero induce a la ambición
de lograr el mundo entero;
Los sueños… ¡frágiles son!
Al final… ¿Por qué soñamos?
¿Porque es caricia melosa
que nos place… y disfrutamos?
O es… ¿Seducción candorosa?
¡Anhelamos lo que amamos!
¡Que no se diga otra cosa!
Luis Arranz
Boal
Como de costumbre, Luis nos introduce en la realidad indiscutible. Sabe llevarnos de la mano a tantas pequeñas historias: entrañables, tristes o reivindicativas. Sus poemas, perfectamente medidos y rimados a mí me acarician el alma.
ResponderEliminarGracias Luis.
Aquí falta un cuento de navidad. Todavía tenéis tiempo.
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