¿Cuántos mártires
ha habido
-tan vilmente ejecutados-
gritando estas
tres palabras?
¿Cuántos más
han de morir
luchando por su
defensa?
¿Quién osa desposeernos
de tan preciado
valor?
¿Qué tendrá la
Libertad
que es la fe
del oprimido
y el recelo del
tirano?
¿Por qué hay
que pagar con sangre
la bandera que
enarbola?
¿Tanta fuerza
tiene el mal
para robarnos
su gloria?
…
La Libertad es nobleza,
lealtad y honestidad
del comportamiento
humano.
Es luz blanca,
claridad...
Es horizonte. Grandeza
en conciencia y
dignidad.
Democracia en los
poderes.
Transparencia
en decisiones.
Demoliciones de
vallas,
de cadenas, de
ataduras,
de laberintos
legales…
Ampliar la
voluntad
y cumplir –en
grado máximo-
aspiraciones y
anhelos.
Realizar sueños
presentes
y proyectos de
futuro.
El más valioso
caudal.
La aspiración
más profunda
de toda la
Humanidad.
…
Derecho, albedrío,
arbitrio,
potestad… y
otros principios
componen la
Libertad.
¿Por cuántos
hemos luchado
y cuántos se
han conseguido?
¿Cuántos nos
hemos ganado
y cuántos hemos
perdido?
¿Dónde empiezan?
¿Dónde acaban
su extensión y
sus fronteras?
…
La Libertad no
se ve.
¡Pero muy
pronto se nota!
¡Sobre todo
cuando falta!
Cuando alguien
abusa de ella.
Cuando no la
defendemos
y hay bandidos que
la roban.
¡Porque es muy
fácil perderla!
¡Es tan frágil
e indefensa…!
¡Tan bella!
¡Tan vaporosa!
¡Tenue! ¡Sutil!
¡Delicada!
…
Su amparo… su
protección…
no dependen del
gobierno
que –en ese
país- esté;
ni de sus
Instituciones,
ni de las
Fuerzas del Orden.
Ni del más
glorioso ejército,
“vencedor en
cien combates”.
¡Ni de la
Administración!
Ni de proclamas
bravías.
Ni de
auto-denominados
“salvadores de
la patria”.
Ni de cruces,
ni de espadas,
ni de jueces,
ni abogados…
...
¡Sólo de sus
habitantes!
De su cohesión
social.
De su lucha, de
su empeño.
De su concepto
de Estado.
De su coraje
político.
De su
participación.
De su razón
personal.
De su ideal de
país.
Del afán por su
defensa.
…
Aquel pueblo
que no lucha,
ya está muerto
de antemano.
Tendrá que
pagar ¡con sangre!
su desidia, su
confianza,
credulidad,
candidez…
¡Es… carne de
Dictadura!
¡Víctima de
algún tirano!
¡Torturas y
paredones!
¡Exiliados y
prisiones!
La corrupción circulando
por las
arterias sociales.
Sólo la ley de
la selva…
las demás,
pisoteadas.
Hambre…
Ignorancia… Crueldad.
Odio… Muerte…
Destrucción.
La pirámide
fascista
que, antaño, nos
pisoteó.
Luis Arranz
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