He vuelto a sentarme bajo el árbol
en el lugar sobre la alfombra de hojas.
Volver al lugar me ha estremecido
y los recuerdos me asaltan y no olvido.
Hay un silencio tan profundo en el entorno
el correr del agua lo rompe con su sonido.
En un tibio día igual que este
con la claridad de la luz del otoño
las promesas entre susurros
guardamos en el corazón inconsciente
y al tiempo las fuimos mimando
en aquel cariño adolescente.
Solo tú entendías mis silencios
y sabías, porque callo cuando callo,
y por qué me siento vulnerable,
y mi alma cerrada solo a ti abro.
Y corren gotas frías por mi frente
pensando en aquel amor adolescente,
que conquistó para siempre y sin medida
del bosque el frescor, del río la corriente
y el total del calor del corazón mío.
Pude asomarme a la sima de tus ojos
y sentir una emoción desconocida.
Quisimos saber lo que se siente
al pedalear los dos juntos sin medida.
Nos subimos al tándem de la vida…
ahora somos dos, los que emoción sienten.
No te vayas nunca de mi mente
aunque yo por favor te lo pida.
Que voy haciendo un listado de mis heridas
desde que tú no estás aquí presente.
Dame la cura a los recuerdos
que siempre contaran en mi vida.
El primer amor nunca se olvida,
a la ilusión no es indiferente.
Y por eso es por lo que estoy aquí
en el mismo lugar, el mismo río, la fuente,
para ver si sigues en mi mente.
No se pueden correr cortinas
y ocultar un amor adolescente.
Bello poema. Atardecer con música de primavera.Real. He estado sentada contigo sobre esta hojarasca. Gracias.
ResponderEliminarBello poema. Atardecer con música de primavera.Real. He estado sentada contigo sobre esta hojarasca. Gracias.
ResponderEliminarGracias Carmina por este comentario tan espacial. La naturaleza nos atrae.
ResponderEliminarPrecioso amor adolescente, noble y casi puro. Sobre esa alfombra de hojas, el correr del agua y su sonido, con la claridad de una luz otoñal. Las promesas entre susurros en los corazones inconscientes de un amor adolescente.
ResponderEliminarbellos silencios y hermosas palabras.
Que belleza Auri, qué sentimiento más hermoso provoca en el lector.
Gracias por un regalo tan especial
Gracias María el amor,la naturaleza y los recuerdos hacen buenas migas.
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