martes, 3 de noviembre de 2020

Luis Arranz: AL “NIÑATO PIJO”

 

 Con cierto aire acusador

y punzante, me dirijo

a pedir que, por favor,

hable bien el niño “pijo”.

 

  “Bgueno”…”bgien”…”fgenomenal”…

“supegguay”… cuarenta “o seas”…

¡Te equivocaste, chaval!

Lo malo es que no lo veas.

 

  El niño pijo se cree

que, hablando así cada día,

quien le escucha -o quien le lee-

le tendrá más simpatía.

 

  Lo que consigue no es eso,

sino todo lo contrario.

Se equivocará en exceso;

maltratará el diccionario.

 

  A la persona que escriba

y que hable así por las calles,

cualquiera que lo perciba

le espetará: ¡”Que te calles”!

 

  Son pijos gentes incultas

que tienen por pretensión,

buscar palabras ocultas

y usarlas sin ton ni son.

 

   Pero cualquier otro opina

que no hace falta buscar

nada raro si se atina

al escribir o al hablar.

 

  Con un vocablo adecuado

y una estructura correcta,

el verso queda bordado

y la prosa irá perfecta.

 

  Quien lo lea, entenderá

lo que allí se encuentra escrito.

Su sentido captará,

aunque no sea un erudito.

 

  Estos versos los dedico

al que quiere aparentar

ser culto, pero es borrico

y usa un lenguaje vulgar.

 

          

4 comentarios:

  1. Hay mucha razón, Luis, en lo que escribes. Tus versos, como acostumbras, medidos y rimados son una realidad. Hay sitios en los que se habla muy mal. Pero en estos casos, es casi irremediable, ya que han nacido escuchando hablar así. Pero ese vocabulario inventado, mal hablado como si fuera una gracia, realmente no tiene ninguna, tienes toda la razón. Ni sirve para nada, como no sea para estropear lo que se cuentan, o el diccionario. En fin, con todas las razones que queramos, seguiremos escuchando eso que a veces duele a los oídos.
    Muy bien explicado Luis.

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  2. Bien dices en tu poema,
    lo que sientes al respecto,
    si fuera era de otra manera,
    no serías el maestro,
    el profesor que en esencia,
    ama el idioma, la lengua,
    y todo lo que ello encierra.

    No caben aberraciones,
    en mentes tan bien compuestas.
    Es sencillo de entender:
    las cosas, como la lengua,
    han de ser de una manera,
    o bien bien dichas o bien hechas.

    Querido Luís felicidades por un poema que defiende las buenas maneras.



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  3. Perfecta alusión a aquellos que han hecho de la lengua su felpudo. Tu poema con perfecta rima es el dedo acusador del ataque a una lengua rica en léxico y expresiones correctas como es la nuestra. Tus versos lo dicen todo manejados con destreza y maestría. Felicidades.

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  4. Gracias, amigas. Como suele decirse en los trabajos: "hacemos lo que podemos". Mis poemas reflejan mi manera de ser y hacer. Y la crítica es una de esas facetas.

    Luis

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