Con esta humedad y con este calor no hay
quien trabaje en un cuento de suspense para el diario boludo de los domingos.
Si mañana no lo mando no cobro y si no cobro no me voy a Punta del Este, no me
saco el gusto de estar con Marcos en el Super Hotel de Cantegrill, ni me saco
este color blanco cadáver de Buenos Aires, ni me baño en el mar. Lo llamo:
-
¿Marcos? ¿Estás en la playa?
-
....
-
Yo
aquí sudando como una loca, el pelo atado, el ventilador y una cerveza, pero
tengo el cerebro seco.
-
...
-
¿Cómo
que qué quiero que hagas? Mandame una de tus ideas geniales, un cuento cortito
pero espeluznante, así cobro y voy para allá.
-
...
-
¡Bah¡
Tirame una idea, no te vas a arrepentir boludo. Si no cobro no voy y vos te lo
perdés.
-
...
-
Si
querido, yo también me lo pierdo, obvio.
-
-...
-
Claro
que podés, Mandámelo por email, lo reenvio, cobro y me tenés en Colonia en el
de las diez.
-
...
-
Si
amor, todas las vacaciones tuya.
MarcosM.A.junior@
Asunto: cuento suspense, argumento, arreglate
como puedas.
“Una chica rubia, un minón, biquini de tanga,
toma el sol al lado de un bolso de paja. El bolso se mueve y se va hundiendo
poco a poco unos centímetros en la arena. La chica se levanta de la lona donde
toma el sol de espaldas. Se dirige a una señora que esta en una reposera debajo
de una sombrilla sacándose con disimulo los pelos de las piernas. La rubia le
pide que le cuide el bolso mientras ella se baña. La señora asiente. Cuando
vuelve a buscar el bolso la señora lo señala con extrañeza y hace gestos como
que el bolso se ha movido, indiscreta le pregunta que hay adentro. Ella
sonriente la tranquiliza. Todo se mueve. Es la reverberación del sol de
mediodía. Vuelve a su lona, se hace una cola de caballo con el pelo chorreando,
sin secarse se envuelve en un pareo en forma de vestido y se va quemándose los
pies y con el bolso bamboleante. Llama con el
celular desde el paseo. Diez minutos más tarde estaciona un Mercedes
colorado. De la ventanilla del que maneja sale un brazo musculoso y peludo con
reloj dorado en la muñeca. Señala el baúl del coche. No se le ve la cara. La
rubia abre el baúl, deja con delicadeza el bolso, le echa una mirada, ¿de
despedida?, ¿de pena?, ¿de alivio?. Se acerca a la ventanilla y el hombre le da
un sobre blanco apaisado y arranca a toda velocidad sin saludar”.
Te quiero, no tardes.
Marcos
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Lo llamo:
Ya llegó el cuento, fenomenal, sos un genio.
....
Ahora
hago una copia, lo mando tal cual, tanto hinchar con el soporte informático.
Dale, ahi va, cuento de suspense, con soporte informático y todo.
....
¡¡¡Iujuuu!!!! Mañana lo llevo, cobro y
directo al catamarán. Por fin ¡¡¡VACACIONES!!!!
Ana de la Arena
mayo/2018
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