martes, 23 de febrero de 2021

Recital de febrero. Jesús Andrés Pico.

 HA DESPERTADO EL VIENTO LA MEMORIA DEL POLVO

 

Me ha despertado el viento con sus dedos ardientes de verano del sur

una amarga nostalgia de tomillo y espliego,

de campos agostados y el clamor de los álamos,

un no sé qué que deja mi corazón maltrecho,

algo así como un llanto tras el cielo sin nubes de mi pecho desnudo,

un oculto rumor de agua cristalina y mediodía,

un desasosiego junto al pozo sin brocal ni barandas de la memoria

donde los ahogados lloran su soledad sin luna

y un eco sin salida se persigue a sí mismo,

la perdida inocencia de la patria pequeña

con murallas de adobe y frontera de pinos.

Allí el viento traía el aroma de nieve del lejano Moncayo,

aventaba en las eras las parvas y los sueños

y llevaba las nubes al redil del  ocaso,

ponía en las veletas un alba de cigüeñas

y borraba las huellas con su escoba de polvo

dejando en los caminos noticia de su paso,

mensajes del otoño que ha llegado a mi casa,

era grito o susurro en la piel de los chopos

y curtía mis manos como el agua del río y el sol de los secanos.

 

Ha despertado el viento las faldas de las niñas

y eriza su recuerdo la piel tersa del agua.

Flamean estandartes en los toldos tendidos,

derrotadas banderas que traspasa la vista

se levantan apenas del campo de batalla, pendones olvidados

con el color virado de las fotografías

invocan su derecho a los días azules.

Afinan las callejas ocarinas dormidas

y ululan las sirenas cual viento iluminado,

barrenderos sin cuerpo acolchan las esquinas

y los brazos ocultan su verano perdido.

Aquí el viento serpea subrepticio y caliente,

deja lágrimas de tiempo, juguetea con bolsas

de plástico entre los coches callados de la noche

y pone en las aceras dolor de primaveras

cuando pugnan cadáveres por surgir del asfalto.

Me abraza, viejo amigo, dejando por mi cara

el frío del recuerdo, enreda entre mi pelo

los dedos solitarios de quien mucho ha sufrido

y sólo anhela un verso en la pared del alma.

 

Me ha despertado el viento el dolor del recuerdo,

las callejas dormidas y el aullido del miedo

por los charcos quebrados de la memoria,

el humo de los trenes, cabellera en la tarde,

y la lenta nostalgia de su aliento en la nuca

de los verdes trigales y los pinos quemados,

me susurra al oído conquistadas palabras,

vocablos olvidados junto al arado viejo

y las eras desnudas. Y pone, porque viva,

su tremulante piel, su desnuda cintura

sobre mi torso yacente y entregado.

Es el viento rapsoda de poemas dormidos

entre albadas y trigos, de simientes caídas

en otoños del alma que germinaron viento;

su voz cálida despierta la vida que soñamos

y aleja nubes grises preñadas de tormenta

donde habita la vida que de verdad vivimos.

Espejea en el agua que su mano acaricia

el rostro que no tuve; los versos nunca escritos

y que él repite lento al pasar a mi lado visten la tarde y vuelan.

 

Ha despertado el viento la memoria del polvo,

el viento, ¡ay!, para que no me duerma.

 

Jesús Andrés Pico

Este poema obtuvo el 2º Premio en el II Concurso Litteratura de Poesía. Barcelona, 2015

Enlace a sus poemas ganadores. Blog Litteratura

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2 comentarios:

  1. Jesús Pico. nos cuenta el despertar del viento. Nos lleva por los verdes trigales y los pinos quemados, en un derroche de palabras enmarcadas en un retrato, que al mirarlo, en un largo paseo podemos llegar a remotos confines. Escucharemos ulular las sirenas cual viento iluminado, que serpentea subrepticio y caliente. Y extasiados mirando el retrato, veremos las lágrimas del tiempo. Y veremos poner en las aceras dolor de primaveras.
    Nos despertará el viento el dolor del recuerdo, ese viento rapsoda de poemas dormidos, y su voz cálida despertará la vida que soñamos. Y esa mano del viento acariciará el rostro que no tuvimos y los versos que nunca escribimos.
    En un poema, está el espacio infinito donde poder soñar.
    También el recitado es impecable. Qué más podemos decir de este poeta, bien conocido ya en el mundillo poético.
    Felicidades Jesús.

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    1. Gracias, María. Como casi siempre el primer comentario es tuyo. Un fuerte abrazo. Y que siga la fiesta de la poesía en este recital de febrero que iremos día a día y poeta a poeta compartiendo.

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