LA VIEJITA ENCORVADA
Una viejita encorvada
me habló de sus desventuras.
Mientras, el tren avanzaba:
la noche era muy oscura,
y tras la oscura ventana,
una débil luz de luna
tímidamente llegaba.
La viejita me miraba.
Eres joven, me decía
Yo estoy vieja y arrugada.
Las arrugas de la vida,
han hecho mella en mi cara.
Por vivir no tengas prisa,
que la vida, sola, ya
avanza.
Mira mi espalda encorvada
y mis manos temblorosas.
Escucha mi voz medio ronca
y mira mis piernas hinchadas.
Mas no pierdo la esperanza
de disfrutar cada hora
que la vida me regala.
Ya sé que la vida es corta.
Que quizás mi tiempo acaba.
Observa el tren como avanza
en medio de oscuras sombras,
mas la sombra es engañosa
y no suele ser tan mala,
es un paso hacia la luz
que llega cada mañana.
Así has de vivir la
vida:
sentirás desesperanzas.
Quizás te encuentres perdida
o llores desconsolada.
Tras la tormenta, hija mía,
siempre ha de llegar la calma.
Disfruta con alegría
la vida mientras avanza
y no pierdas la esperanza
de llegar a ser viejita.
Y la viejita encorvada.....
al fin se quedó dormida
Mientras el tren
avanzaba...
observé como dormía.
Araceli Moretó
hola
ResponderEliminar