Un poema refrescante. Cuando en la calle hay -10 ºC.
GUARECERME DEL FRÍO
mis cueros bien arropados
con pieles de los ganados,
que –aterido- padecer
de elementos enojados.
Pues... invierno al hombre obliga
del gélido a defenderse,
antes que haber de dolerse
de la espalda o la barriga,
por no saber guarecerse.
Nieve, frío, escarcha y hielo
dáñanme en el armazón
si abrigos –tan sólo- son:
viejas botas, tenue velo
capa corta y mal calzón.
Las pancetas y morcillas
acompañan esta senda.
Buena mesa y buena ofrenda
resguardarán mis costillas
si es copiosa la merienda.
El crujir de los tocones,
las llamas quemando luego,
las brasas que deja un fuego
de virutas y carbones...
bailen en rabioso apego.
Comidas, pieles y leñas
son mi mejor aliado
contra el aire -siempre helado-
del Brumario a las cigüeñas.
Si no me equivoco son estrofas quintillas. Luís, en métrica y recursos de vocabulario, eres un crack. Y el frío no te hiela las musas ni te hiela la creatividad. Muy bien Luís, enhorabuena por tu poema!!
ResponderEliminarYa veo Luis, que a pesar del frío, bien sabes guarecerte, además de esas morcillas que bien ricas deben estar, no deja tu fiel cerebro de un buen poema rimar. Pues disfruta de la nieve, que poca envidia nos das, porque aquí bien calentitos, por televisión, la solemos disfrutar.
ResponderEliminarGélido, pero un gran poema Luis.
Gracias, amigos. Yo siempre digo: hacemos lo que sabemos y/o podemos. Lo demás, lo hace el lector.
ResponderEliminarLuis
Eres un maestro de la rima sobradamente demostrado. Te codeas con las palabras adecuadas y de las rimas haces un racimo para encadenar los poemas. No nos sorprende. Te felicito.
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