lunes, 26 de abril de 2021

Recital de marzo. Aleix Diz

 

Turismo y denuncia

 

Inspirado en Oficina y denuncia

de Federico García Lorca

 

Muchos miran lo nuestro con ojos vacíos

¡Los turistas!

Y lo nuestro se va desvaneciendo,

poco a poco,

de tanto ser mirado mal.

A veces, miran con ojos extraños

¡Los turistas!

y ven cosas que nosotros no vemos.

Así, entre lo que se desvanece

y lo que les parece,

nos perdemos.

 

Nombran las cosas con un verbo extraño,

¡Los turistas!

con un acento curioso y exótico

que acaba transformando todo,

lentamente, en lo que no es.

Como en un Génesis fallido

¡Oh, magia perversa de la lingua franca!

¡Oh, contubernio de los demasiados!

¡Imprecisiones en los folletos!

Tópicos típicos y estúpidos.

Horrores de la cultura masificada,

simplificada, amputada,

semidigerida y regurgitada,

para que crean todos que entienden,

para que crean que saben

para que opinen

para que digan

¡Para!

 

Una nueva gente recorre nuestras calles

¡los turistas!

como la marabunta recorre la selva.

En todos sitios, por millares,

los extraños habituales:

los descamisados sonrosados, de paella y sangría,

los singles solitarios,

o en tropel,

los que siguen a la del paraguas colorao.

Personas, sin duda, pero ejerciendo de masa.

Mensajeros de un Nuevo Mundo

donde la historia es anécdota

los souvenirs son gadgets,

las fotos selfis,

y los recuerdos…

nada.

Sólo aspiran a venir

para poder decir:

“Estuve allí”.

 

¡El turismo! El mayor de todos los ismos mismos.

¡Que ni siquiera es turismo!

Es el último acto de la confusión,

la ceremonia final de un mundo que agoniza,

que se diluye hasta desaparecer, como profetizó Ende.

¿Dónde están aquellos viajeros de antaño?

Los que se perdían para encontrarse.

¿Y dónde están los paisajes?

Mil veces usurpados, mil veces ocultados

para ser mil veces revendidos.

Sólo queda el skyline,

parecido a otros  mil skylines de otros mil sitios.

¡He aquí el millón de muertes de los paisajes!

Todas las ciudades iguales.

Y aún peor,

todo el mundo un suburbio.

Un suburbio por todas partes.

Suburbio en el campo, que sólo es un montón

de accesos a lo que antes fueron ciudades.

Suburbio las ciudades mismas,

que han dejado de serlo, ¡todas!

para ser simples urbes.

O para ser parques temáticos,

si alguna historia tenían…

Y ¿dónde están esas historias?

Esas historias que ya nadie cuenta,

porque están en un CD…

¡Y en la red!

Digitalizadas, recopiadas y comprimidas.

Así, hasta que todos seamos

unos y ceros…

…de ocho en ocho,

en la última fiesta de los bytes.

 

Aleix Diz

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1 comentario:

  1. El poema de Aleix Diz, es de esos poemas que has de releer, escuchar con atención y, hasta buscar en el diccionario el significado de alguna palabra. Lo cierto es, que deja una sensación poco gratificante de esa avalancha de turistas que llegan a nuestro paisaje, y sí, ciertamente lo inundan todo, eso en algunos lugares. Ahora, en estos momentos, los ojos se dirigen al cielo para pedir a las alturas que vengan, que lleguen, que los necesitamos, porque nos hemos convertido en un país de servicios, en un país entregado, como entiende Aleix Diz a los, "turistas". Así es, pero la verdad verdadera, es que el mundo ahora parece muy pequeño y, todos queremos ser turistas, y a poder ser, surcar los aires para llegar muy lejos.
    Interesante poema Aleix.

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