Botánicas
Hay un brezo que espera
la conmemoración de nuestros días
y también la retama
que enjuga la derrota y la pobreza
con el lienzo tan blanco de sus flores.
Hay una mansedumbre que nos habla
con las sílabas puras
de todos los zarzales ateridos
por la morfina del invierno;
si supiera su nombre
la invocaría siempre
con el salmo amarillo
de todo lo que fui
y que se halla extraviado
en los suburbios frágiles del tiempo.
Hay una ortiga que arde
y que señala el norte
de una pasión vivísima,
intacta desde el alba
gozosa de los nombres primordiales.
Y está guardado el heno
en las tablas cifradas del sobrado
que albergan el enigma
de lo seco y también de lo solar,
en espera de ser
rumiado por ganados invisibles
que transitan los prados
lentos de la memoria.
Si supiera el lugar
donde se conmemora el fulgor de mis días,
donde el salmo amarillo resplandece,
donde la ortiga entona
el gozo de mis nombres,
donde el heno ya es cifra
que me lleva al jardín de la memoria.
Si supiera el lugar,
se haría salvación este dolor
que trata de usurpar
las sílabas intactas de la dicha.
José Luis Puerto
(La Alberca, Salamanca, 1953)
José Luis Puerto, poeta salmantino, que no sé qué tiene esa tierra que nutre a sus poetas de una prolifera riqueza literaria. Si además ha sido secretario de Rafael Alberti, ha estudiado en la universidad de Salamanca, con todo, ya ponemos todas las expectativas a trabajar.
ResponderEliminarEs fácil disfrutar leyendo sus poemas, cada verso es una rica y apasionante metáfora, como estos versos:
"Hay un vals de palomas habitando la tarde".
y algo tan sencillo como un viejo afilador, nos dice:
"Con un exiguo fardo de soledad repleto con cenizas en los ojos de una apagada lumbre".
O Melodías:
"Y la fraternidad como aventura que salvará la tierra".
Me suena este verso a una reflexión profética. Hay mucha riqueza en cada uno de sus versos y una belleza en la totalidad de los poemas..
Pues aquí tienes una admiradora de tu poesía José Luis.
A José Luis lo conocí en mi primer viaje a Salamanca. Tendría yo unos 17 años y él 3 más. Su hermano era compañero mío en Valladolid. José Luis estudiaba en la universidad y hacía trabajos para la editorial Zero-Zyx. Hablamos, claro, de poesía y me animó a seguir escribiendo. Luego pasé unas navidades en su casa de La Alberca. Desde entonces lo he seguido a distancia.
EliminarY despistada, no he comentado el poema que hoy nos ha traído Jesús. A mí me sitúa en esa naturaleza de plantas agrestes que conozco bien, enredadas en sus metáforas de sentimientos, en paseos por jardines imaginarios, donde de verdad se despierta la imaginación.
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