viernes, 1 de mayo de 2020

ÁNGEL GARCÍA LÓPEZ: El premio de la palabra



De cuando no sabía las letras de tu nombre


Porque tu nombre estaba todavía
sin estrenar los labios, porque era
un acertijo más, una pulsera,
un trino de gorrión que no sabía.


Porque tu nombre estaba como un día
sin pájaros, oasis sin palmera,
fuente que le faltaba torrentera,
risa que no encontraba la alegría.


Por esto, por tu nombre; porque estaba
sin decir, sin hacer, como un anillo
que no encontraba el cauce de su dedo,


yo te llamaba Espera; te llamaba
Hermosa, Emilia, Amor; lo más sencillo,
lo más desenredado del enredo.

(Emilia es la canción. Alcaraván. Arcos de la Frontera, 1963)





Palabras para colgar de una ventana de Rota

Este balcón da al mar. Toco la espuma
viajera, inagotable, de la orilla.
Sobre el balcón, volcado en La Costilla,
mis ojos dan al mar.
                                      Lejos, la espuma
dibuja un horizonte que navega
mi corazón.
                        Conozco cada grano
de esa arena, su nombre, su verano,
 su apellido. Y el agua se me entrega
joven y dulce en la mañana. Y canta
su septiembre de sol.
                                          En los cristales
 crece la flor de luz de los corales,
ruge lo azul de la escolar garganta
del día.
               Y aquel niño, aquel desvelo
 que antaño fui, se asoma. Y ve.
                                                           Y en Rota
esta ventana es mar, y gaviota         
que le devuelve  lo mejor del cielo.

(Mester andalusí, Premio Leopoldo Panero, 1976 y Premio Nacional de la Crítica, 1978. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid, 1978)




Ángel García López (Rota, Cádiz, 1935)



2 comentarios:

  1. Un día más, un poeta nuevo. Pero podemos comprobar qué bien escogido, Que además de gran poeta, Jesús sabe seleccionar una gran variedad de poemas con gran valor literario, con poemas que nos llegan y nos hacen pararnos y estudiarlos.
    Ángel García, tiene en su haber una dilatada obra poética: poesía, antologías y recopilaciones, poesía para niños entre otras. Ha recibido una gran cantidad de premios.
    Sus poemas son realmente bellos: un pequeño ejemplo.
    "Besarte no es amor, es irte oliendo", o "Contigo a las orillas del atlántico", también bellos poemas.
    Este que tenemos ante nuestros ojos, tanto el soneto como el verso blanco son algo para disfrutar. Ese regalo del mar, de luz y de corales, es algo especial en esta mañana, a punto de poder ejercitar no solo la mente, que también las piernas.
    Mañana, caminar, caminar.
    Gracias Jesús.

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