viernes, 22 de mayo de 2020

Rodolfo Serrano, el todo bajo un sombrero


Nada soy 

No soy nadie, ya veis, no tengo apenas
algo más que unos versos, cuatro historias
que no puedo contar sin sonrojarme
y unos cuantos amigos que me aguantan. 

Esta absurda manía de moverme
sin mesura ninguna por lugares
poco recomendables, mi costumbre
de pegar hilo y hebra con cualquiera. 

Y qué decir de mis vicios menores,
como el de enamorarme a todas horas,
o este afán que tengo de meterme
en toda causa perdida e imposible. 

Vos sabés que no tengo remedio:
Este amor a ciudades que están lejos,
este acomodarme a lo que venga,
o esta pasión por la lluvia y por la niebla. 

La nostalgia del tiempo que no ha sido,
mi gusto por las calles solitarias,
los sueños que me llevan a tus besos.
La fiebre por los tangos de El Polaco. 

Este andar sin quitarme mi sombrero
ante nadie que me cierre los caminos.
Ser feliz, sin afectarme las envidias
del imbécil que me cruzo por la vida. 

Es todo lo que tengo. Cuatro cosas.
Y confieso que me siento muy a gusto.
Porque, sin tener nada, cada noche,
me las llevo a dormir entre tus brazos. 


Rodolfo Serrano (Madrid, 1947) 





2 comentarios:

  1. Nada soy, ¿Quien es?, ¿un ser libre?, o el viajero eterno de la vida, con una extraordinaria facilidad de palabra, para resumirnos la eterna sencillez de la vida y que tantas veces complicamos. La romántica pasión por algunos elementos, esa facilidad de enamorarse..., algo maravilloso que nos llena de adrenalina. O,esa debilidad por las causas perdidas. Eso sí, tiene unos amigos que le aguantan, buena cosa, no todos pueden presumir de lo mismo.
    Hoy Jesús, un nuevo descubrimiento que hace renovar nuestras lecturas. Un poema refrescante y ameno.
    Gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  2. A Luis Serrano, padre de Ismael Serrano, lo descubrí mucho después que a su hijo. Gran descubrimiento el de este periodista jubilado, que puede ejercer de poeta y amigo con la misma facilidad con que se coloca el sombrero y organiza un encuentro en el bar de toda la vida. No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero todo se andará. Abrazos, María.

    ResponderEliminar

Un poema inédito de Ana de la Arena

  Amo al Santo aristócrata de las barrancas y me río de la sudestada amenaza que empieza temblorosa, con la melena de fondo.   E...