sábado, 23 de mayo de 2020

Los tonos poéticos de Enrique Gracia Trinidad

        NO 
                        No hay bandera que valga un sólo muerto. 
                        No hay fe que se sujete con el crimen. 
                        No hay dios que se merezca un sacrificio. 
                        No hay patria que se gane con mentiras. 
                        No hay futuro que viva sobre el miedo. 
                        No hay tradición que ampare la ignominia. 
                        No hay honor que se lave con la sangre. 
                        No hay razón que requiera la miseria. 
                        No hay paz que se alimente de venganza. 
                        No hay progreso que exija la injusticia. 
                        No hay voz que justifique una mordaza. 
                        No hay justicia que llegue de una herida. 
                        No hay libertad que nazca en la vergüenza.



De  Pentimento, 2009
(En antología “Contra el olvido” por los atentados terroristas de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia)



Peregrino a la fuerza      

Iba haciendo el Camino de Santiago
con una concha al cuello.
Sus ojos eran de hayas en otoño,
su sonrisa de libro y lo demás,
como para volver loco al apóstol
cuando llegase a Compostela.
Así que la llevé en mi coche
(adoro el autostop algunas veces)
—Yo —mentí— también voy de peregrino.
—Prefiero andar —me dijo—  pero gracias,
llévame a Ponferrada
y ya seguiré a pie lo que me falte.
“Ponferrada —pensé— y Finisterre, si te dejas”
Puso el bastón y su macuto
en la parte de atrás y se sentó a mi lado.
Casi no hablaba, pero qué silencios.
Su perfume a lavanda me hizo olvidar
que yo no iba a Galicia
y otros asuntos eran mi destino.
Junto al castillo de templarios
paramos a reponer fuerzas.
Cuando estaba pagando la empanada y el vino,
oí el motor del coche.

Me dejó su cayado, la venera, 
y un palmo de narices con recuerdo a colonia.
Caminé todo el resto del verano
como un imbécil, con la boca seca,
pero he ganado el jubileo.

De Juego de damas, accésit del Premio Pilar Fernández Labrador, 2015

 

Enrique Gracia Trinidad (Madrid, 1950)




6 comentarios:

  1. Me gusta la finura y el trazo de sus palabras gracias.

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    1. Enrique es un poeta dedicado de lleno a difundir la poesía. Se denomina animador cultural (organiza tertulias, talleres, recitales, hace dibujos...), pero es que además es muy buen poeta, el jodido gato. En la red hay mucha información sobre él.

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  2. La fluidez con que relata el poema una cierta aventura, o percance, como queramos llamarlo, es encantador. Yo que he recorrido esos lugares me parece entrañable, aunque escape de la esencia real del camino.
    La descripción del encuentro es tan clara, tan detallada y la vez sencilla, que me parece verlos cada uno en sus afanes y propósitos, bien distintos por cierto. Al final, la dama consigue su propósito, y el caballero llevó a buen término ese camino que terminó con la compostelana en las manos, que es lo que todo peregrino persigue entre otras cosas.
    Y tiene mucha razón: no hay bandera que valga un solo muerto.
    Ni libertad que nazca en la vergüenza.
    una bonita historia para este domingo.
    Gracias Jesús.

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    1. De nuevo gracias a ti, María. Enrique domina todos los registros poéticos. Aquí solamente consigno dos, pero su obra es digna de visitas lentas y, sin duda, fructíferas.

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  3. Un narrador que aplica la sencillez para narrar unos hechos. Un resultado que no se esperaba y él lo toma como algo que puede ocurrir y sin darle tono dramático. De una manera llana, tranquila y anecdótica. Me gusta.

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    1. Juego de damas, libro al que pertenece el poema aludido, tiene todo él un tono distendido y humorístico muy bien logrado.

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