miércoles, 6 de mayo de 2020

ARACELI MORETÓ: El perro importuno de la soledad

SOLEDAD

La más dolorosa de las compañías

 

 

Llegando a la casa de la última esquina,

un perro me ladra y me asusto enseguida.

 

El perro me mira y al pronto suspira

se tumba de nuevo, bosteza y se estira.

 

“Me ladraste al pronto” digo sorprendida,

“mas… pronto me has visto que yo soy pacífica,

no corre peligro la rica comida

que tu dueño ha puesto en esta vasija,

ni el agua que tienes para todo el día”.

 

El perro me mira

y mueve su cola en señal de alegría.

 

“¿Tan solo te sientes que la compañía

de una caminante tanto necesitas?”

 

“¡Qué vida más perra!, si hablaras, dirías,

mas no me contestas, tan solo me miras.”

 

El perro me mira y otra vez suspira.

Tumbado en silencio, un ojo me guiña,

y mientras me alejo de la última esquina

 que separa el pueblo del campo y las viñas,

observo al perro que ve mi partida.

 

Si él pudiera hablar… “Adiós”, seguro,  diría.

 

Y, cruzando los campos bajo el mediodía,

cuando el sol más calienta los pastos, las viñas…,

al perrito recuerdo con una sonrisa.

 

Pues aunque estaba solo en aquella esquina,

 el perro tiene un dueño que le trae  comida    

y le acaricia el lomo cuando acaba el día.

 

A mí, sin embargo, en mi vida vacía

ni siquiera un perro me hace compañía.

 

Y voy cruzando campos, bajo el mediodía.

 

 

Araceli Moretó



3 comentarios:

  1. Araceli, un poema entrañable, pero un poco descorazonador al final... Espero que tus "vacíos" hayan sido llenados de vivencias y satisfacciones, desde entonces... ❤️😘👏👏👏

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  2. Un bonito poema Araceli, que habla de muchas cosas y deja intuir muchas más. La vida está llena soledades, de encuentros donde nos miramos sin decir nada. La vida es eso, un paseo entre las casas, dando la vuelta a la esquina. Hoy vemos a un perro, luego vemos algo que nos hace pensar. Así vamos hilvanando, minuto a minuto este regalo que tenemos por vida.
    Este poema, tiene un ritmo exquisito, dentro de una música que suena en los oídos.
    Tus poemas, siempre son historias, estupendas historias.
    Enhorabuena por esa música.

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  3. La soledad, ese aguijón que escuece, pues cuando es voluntaria no se siente y si es impuesta es otra cosa diferente. La soledad es algo presente, aún cuando estás acompañada si la compañía no es la adecuada. Tú expresas muy bien lo que es sentirse sola.

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Félix Maraña

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