sábado, 16 de mayo de 2020

JULIO ANGUITA: Predicar con el ejemplo y la palabra (LUIS ARRANZ, PEDRO GÓMEZ)



Julio Anguita pertenece a la estirpe de los "viejos profesores", es uno de esos hombres que viven en el ejemplo y las palabras que dejaron

 y que, "aunque se van, no están ausentes,

que son tierra y canción, lo que nombraron

son, son la voz y luz que nos legaron,

el agua transparente de las fuentes,

Y quedan las palabras de su boca

escritas para siempre en la memoria

de los hombres, del tiempo y de la historia,

del céfiro, del río y de la roca.

 Y queda lo que fueron: sólo hombres,

hombres sin más, sin más para la fama

que saberse el papel, la fina trama

representada al fin en los pronombres.”


Poesia a Trenc d'Alba, tras  la noticia de su fallecimiento en el día de ayer, quiere tributarle un mínimo homenaje con dos poemas: una oda que Luis Arranz le dedicó hace unos años y los versos que Pedro Gómez le escribió ayer mismo.


 ODA A JULIO ANGUITA


 Si hay un hombre, en España, paradigma de la lucha por un ideal... éste es Julio Anguita.


Mente insigne, limpia y sabia.

Fiel, honrado y luchador.

Enfrentándote a la rabia,

la prepotencia, el rencor...

 

El “Califa cordobés”

-en broma- te proclamaron.

Y tú aceptaste –cortés-

esa honra que te otorgaron.

 

La alcaldía propulsó

tu valía y tu persona.

El partido te eligió.

¡Y hablaste con la corona!

 

Tus alegatos son flechas

laicas y republicanas.

Zahieren a las derechas

retrógradas, provincianas...

 

Eres revolucionario,

aguerrido, liberal...

Tu verbo, siempre incendiario,

potente, filosofal...

 

Del común, la referencia.

La izquierda en estado puro.

Democrática videncia

de un proyecto de futuro.

 

Vilezas y falsedades

denuncias con tu palabra,

destapando las maldades

de quien el embuste labra.

 

Crucificas al farsante.

Ensalzas al generoso.

Desnudas al gobernante

corrupto y facineroso.

 

 Fraudulenta Democracia

te contempla esperanzada.

En ti –quien cayó en desgracia-

ve su aspiración saldada.

 

Tu razón –en permanente

y esencial deontología-

interpreta -dignamente-

la “Praxis”. El día a día.

 

Te respeta el empresario,

la Iglesia, el intelectual...

Eres un digno adversario

en debate coloquial.

 

Inflamas a un auditorio

que es carne de esclavitud.

Tu punzante repertorio

alumbra a la multitud.

 

De las masas, estandarte.

Tu aureola, gentil lujo.

De la justicia, baluarte.

¡Que no se acabe tu embrujo!

 

¡Larga vida a Julio Anguita!

(gritamos la concurrencia).

El pueblo te solicita

y requiere tu presencia

-que hoy, tanto se necesita-.

 

 Luis Arranz

 

        (Verano de 2.014) 

Publicado en Los versos que el pueblo siente (2016)


                                                                                              


Adiós “compañero del alma, compañero, tenemos que hablar de muchas cosas” Quizás, así, Miguel Hernández, diría adiós al Califa de Córdoba, Julio Anguita. Un hombre íntegro, consecuente. Una referencia pragmática desde mi forma de entender la política con honestidad.

Adiós profesor, adiós maestro, me quedo alumno de tu clase.


El Califa Rojo

 

Que viejo es el cielo
con su arma azul,
celestes prados donde van los ojos
desplegando alas,
palabras,
manos;
nos despedimos de este suelo
en un respiro acabado.
.
Con que tristeza se me va el alma,
Julio Anguita, si supieras...
cuanto siento tu muerte
y sin embargo algo nace en mí
que denota rebeldía.
Qué silencio, tú, que eres mi utopía.
.
Qué débil soy, amigo
con que pocas fuerzas me enfrento
para aprender que la vida
es un paisaje, que primero es luz,
libertad… mar y caracola
y los días son soplos que no respiramos.
.
Temblando estoy
que los hombres parezcan piedras.
Qué pequeña es mi voz
hoy que la quiero alta
y delgada para decirte adiós.

Pedro Gómez

 

6 comentarios:

  1. Dos magistrales poemas, de dos grandes poetas... Felicidades!! Pedro y Luís.... Permitidme en este comentario unirme a vuestro homenaje:
    Un campo de amapolas,
    le da brillo a tu coherencia.
    Julio Anguita, en la historia,
    serás siempre referencia...
    Franqueza y honestidad
    son tus banderas de fuerza,
    tus ideas e intelectualidad
    tus enseñanzas que siembran
    las semillas de la verdad,
    y los brotes de las ideas...
    Julio Anguita el Califa,
    de tu Córdoba querida.
    Que llora tu ausencia
    supurando por las heridas...
    El vacío que nos dejas
    lo llenaremos de vida,
    nosotros los poetas
    con versos y con poesía.

    Francisco Lira.






    ResponderEliminar
  2. humildemente quiero unirme a las palabras de Luis, Pedro y Francisco. Nos ha dejado un hombre, que reunía lo mejor de unas ideas que son nuestra utopía, una vida diferente, las ideas de la honestidad, de la honradez y una claridad de mente impresionantes. A lo largo de muchos años, hemos estado atentos a sus discursos, aguantando casi la respiración, y preguntándonos, por qué no es éste el hombre que dirige nuestro país. Por que no nos salva, o no permiten que nos salve de la mediocridad y del caos.
    Mi admiración hacia el maestro, como dicen los compañeros es inmensa. Desde aquí abajo quiero rendirle el homenaje a toda una vida, coherente, valiente y de entregada a la sociedad.
    allí don estés, Gracias Julio Anguita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu diaria aportación al blog, María. Tus comentarios son como la luz al romper el alba.

      Eliminar
  3. Jesús, es lo menos que debemos hacer para darle más vida y pluralidad al blog; que sin lugar a dudas lo gestionas maravillosamente. Creo de verdad, que deberíamos bajar la actividad en los wassaps y participar más en este blog. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se ve que nuestra gente, con honrosas excepciones, no está aún habituada a participar ya sea comentando o enviando trabajos para que los publique. El wassap es más inmendiato, más sencillo y más participativo. Pero se va haciendo camino poco a poco. Y los frutos irán llegando.

      Eliminar

Un poema inédito de Ana de la Arena

  Amo al Santo aristócrata de las barrancas y me río de la sudestada amenaza que empieza temblorosa, con la melena de fondo.   E...