lunes, 25 de mayo de 2020

LUIS ARRANZ: Los trabajos del hambre

                                      

LAS ZAGALAS CABRERAS

 

(A todas las mujeres que –siendo niñas, en la postguerra- abandonaban la escuela prematuramente para cuidar unas pocas cabras).



Era trabajo de hombres.

Y aquellas niñas cabreras

iban al campo, que el hambre

azotaba con fiereza.

Niñas que quieren jugar

pero… a trabajar las llevan.

¿Jugarían con las cabras

a saltar y tirar piedras?

¡Hay que traer leche a casa,

que la comida escasea!

                 

Al campo sale el ganado

y una zagala lo lleva

con el sombrero y la manta,

no muy lejos de la aldea.

Es la mayor, con diez años,

y ya sufre las cadenas

con las que, el duro trabajo,

ha firmado su sentencia.

                   

Saltando riscos, las cabras

van mordisqueando hierbas;

bajan por el peñascal,

rastrean por la pradera...

Se despachan a sus anchas

en plena naturaleza.

La zagala… vigilante.

Ellas… felices pastean.

Esclavitud… libertad…

¡Dos caras de una moneda!

                

A la hora de comer,

saca, del zurrón, la pieza.

Hoy toca pan con tocino,

ayer torta con manteca…

que quiten frío a la niña

y se mantenga con fuerzas.

La comida no ha calmado

la hambruna de la pequeña

que –aterida por el frío-

se abriga hasta con las trenzas.

                 

En casa, el padre trabaja

para que la prole crezca;

y no llegan, para todos,

los pocos reales que lleva.

Mucho esfuerzo, poca paga…

¡y falta carne en la mesa!

Por la noche, sopas de ajo,

después, leche con galletas

(o, quizás, queso con pan…)

y, con eso, está la cena.

“A ver si mañana, puedo

veros con la tripa llena”.

               

¡Qué dolor de aquellos padres!

¡Resignación! ¡Impotencia!

No poder dar a sus hijos

comida, calor ni escuela.

¡Infausta España del hambre,

de mendigos, de miseria…

¡Dictadura en blanco y negro…!

¿Quién te vio y no te recuerda?

 

           Luis Arranz Boal


Imagen tomada de Internet (Ayto. de Cercedilla)



4 comentarios:

  1. Muy buen poema para resaltar los tiempos del hambre. Niños pastores o de otro "oficios" dejan los juegos para ayudar en la mesa.La incertidumbre cuando no se llega a fin de semana y el hambre que azuza y la miseria.Has conseguido hacer un retrato de lo que fue la historia de muchos de nosotros. Aunque una situación dura, me encanta.

    ResponderEliminar
  2. Bueno Luís, ya conocíamos este poema por tu aportación al recital virtual. Describes una época infausta, que oprimió a millones de españoles al hambre, la miseria y al oscurantismo... Esperemos que nunca volvamos a vivir una época así....

    ResponderEliminar
  3. Época negra. Niñas guardando cabras, niñas trabajando en las fábricas con once años, y en la mayoría de los casos por pura necesidad. Parece que todo ha cambiado, aunque sigue habiendo niñas explotadas en el mundo, niñas sin ir a la escuela, niñas casadas con viejos.
    Las cabras siguen saliendo al monte, felices y contentas, ahora con un pastor, adulto. Parece que todo ha cambiado, la libertad de la naturaleza es agradable para muchas personas. Confieso que me gusta el campo, la montaña, aunque he de decir que no me gustaría guardar cabras.
    Un tema interesante Luis. has plasmado el tema de forma muy concreta y detallada. Me gusta.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, amigos.
    Los temas sociales son mis preferidos y en ellos pongo el corazón y la pluma.Ya sé que les falta lirismo, pero como son cosas que yo he visto, o vivido, suelo acertar en los detalles.

    Saludos y seguimos.

    ResponderEliminar

Un poema inédito de Ana de la Arena

  Amo al Santo aristócrata de las barrancas y me río de la sudestada amenaza que empieza temblorosa, con la melena de fondo.   E...