sábado, 30 de mayo de 2020

Un bonaerense vallisoletano: Boris Rozas


Duermen los cipreses

Él piensa que ha de caer como rama que sobre las aguas flota,
antes de perderse, gota de mar, en la mar inmensa.
(A.Machado)

Duermen los cipreses envueltos en el perfil de tu nombre cada noche
con el alma sujetada a duras penas entre tu pelo
y mi almohada. Duermen los cipreses en tus manos de poesía
con acento extranjero, mientras quema la alborada recién abatida
entre tu cielo y mi espalda, viene la música por el aire
encajonada
a saber de mis goces pasajeros, el alma precintada
parte con otra mensajería, muy frágil, muy frágil resultó
al ser alumbrada entre los juncos de esta vida
sin ancla
que no entiende de nombres. No podría ser
de otra manera, llevo escrita la paz en mis ojos
y otro invierno que se pierde entre algunos brotes
de ternura.
Duermen los cipreses envueltos en el perfil de tu nombre cada noche
con la mirada perdida en el horizonte de las cosas
y la fría escarcha aguzando en mis entrañas de poeta
con acento extranjero, el alma precintada
por el velo sagrado del amor mientras quema
la alborada
recelosa del sueño.    

Somos flores de otro mundo, errático caballero
sin más armadura y espada que el beso sempiterno,
no podría ser de otra manera, llevo escrita
la paz en mis ojos
y otro invierno que se pierde entre algunos brotes
de ternura.
Templo la sangre en mi ático vacío
despido al pájaro recién despertado
por el sol de la mañana, un errante caballero
sin más horizonte que el lecho
del río, entre tanto sobreviene la música por el aire
encajonada
que me lleva a otras iglesias más modestas,
pasajeros de la noche tu yugo
y mi espalda, cuencos del alma
tus manos plegadas por el mar
arrían mis velas en esta vida
sin ancla
que no entiende de otros renombres.
Duermen los cipreses envueltos en el perfil de tu nombre cada noche
enhebra voluntades el tiempo en decadencia,
oteo el páramo desnudo lleno de paisajes
clandestinos, la meseta de tu cuerpo
no alcanza para estos versos. Soy de alma
continental y verso en altiplanicie, no podría ser
de otra manera,
tiembla el zócalo de mi ático
vacío
y otro invierno que se pierde entre algunos brotes
de ternura.

Duermen los cipreses envueltos en el perfil de tu nombre cada noche
con la mirada perdida en el horizonte de las cosas
el deshielo ha llegado a mis raíces
de poeta
con acento extranjero, comuneros
de la fe expandida son mis versos
ahora que la llama se les apaga
en estas horas de secano.
Somos flores de otro mundo, palomares en Tierra
de Campos
pastoreando por entre los recodos
que la memoria deja
reposar en su alma de estaño,
mientras las encinas siempre solitarias
se dibujan en el perfil de la noche más eterna
y la fría escarcha aguzando
en mis entrañas de poeta,
somos alma secreta de las cosas
alumbrados entre los juncos
de esta vida sin ancla
que nunca entendió
de nombres.



Boris Rozas (Buenos Aires, 1972)

De La senda de las espigas, 2016


3 comentarios:

  1. Hoy quiero subir al ático vacío, tan lleno de expresiones, de música en movimiento que nos hace un recorrido entre el sueño y los cipreses de un alma poeta. Que nos regala flores de otro mundo en la noche más eterna, pero con brotes de ternura, recién despertado por el sol de la mañana.
    Y es que cada verso concentra un rayo de vida, un aliento diferente a otros. Igual que los poetas. Cada poeta regala un mundo diferente, con colores que no son iguales, aunque las palabras ya estaban todas inventadas. Pero es ese baile, esa música que viene para acariciarnos los oídos, los ojos y de alguna manera ese baile tiene la virtud de calmar un poco esa sed de paz, de armonía, alejándonos momentáneamente del ruido, de la algarabía sin sentido que hiere incluso nuestros sentidos.
    Aquí estamos, afortunados de dejarnos llevar por la mejor música, por las palabras escogidas.
    Y esta suerte, nos llega de todos y cada uno de los poetas.
    buena elección siempre Jesús.

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    1. Ya sabes que siempre traigo hasta esta página buenos poetas. A algunos los conozco bien o tengo alguna relación con ellos. A Boris lo sigo desde 2015, cuando coincidimos en el palmarés del II Concurso Litteratura de Poesía. El no vino a la entrega de premios y no lo conocí hasta 2018 en Valladolid. Estoy al tanto de su magnífica trayectoria y permanecemos en contacto.

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  2. Gracias, María y Jesús, por vuestras palabras hacia mi trabajo y por su difusión en vuestro medio. Jesús, de hecho no fui a Barcelona a la entrega porque entre otras cosas ni me avisaron, ya ves tú... Cosas que pasan en este mundillo. Un abrazo para todos desde Valladolid.

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