De cuando no sabía las letras de tu nombre
Porque
tu nombre estaba todavía
sin estrenar los labios, porque era
un acertijo más, una pulsera,
un trino de gorrión que no sabía.
Porque tu nombre estaba como un día
sin pájaros, oasis sin palmera,
fuente que le faltaba torrentera,
risa que no encontraba la alegría.
Por esto, por tu nombre; porque estaba
sin decir, sin hacer, como un anillo
que no encontraba el cauce de su dedo,
yo te llamaba Espera; te llamaba
Hermosa, Emilia, Amor; lo más sencillo,
lo más desenredado del enredo.
De cuando no sabía las letras de tu nombre
Porque
tu nombre estaba todavía
sin estrenar los labios, porque era
un acertijo más, una pulsera,
un trino de gorrión que no sabía.
Porque tu nombre estaba como un día
sin pájaros, oasis sin palmera,
fuente que le faltaba torrentera,
risa que no encontraba la alegría.
Por esto, por tu nombre; porque estaba
sin decir, sin hacer, como un anillo
que no encontraba el cauce de su dedo,
yo te llamaba Espera; te llamaba
Hermosa, Emilia, Amor; lo más sencillo,
lo más desenredado del enredo.
Este balcón da al mar. Toco la espuma
viajera,
inagotable, de la orilla.
Sobre el balcón, volcado en La Costilla,
mis ojos dan al mar.
Lejos, la espuma
dibuja un
horizonte que navega
mi
corazón.
Conozco cada grano
de esa
arena, su nombre, su verano,
su apellido. Y el agua se me entrega
joven y dulce en la mañana. Y canta
su
septiembre de sol.
En
los cristales
crece la flor de luz de los corales,
ruge lo azul de la escolar garganta
del día.
Y aquel niño, aquel desvelo
que antaño fui, se asoma. Y ve.
Y en Rota
esta
ventana es mar, y gaviota
que le
devuelve lo mejor del cielo.
(Mester andalusí, Premio Leopoldo Panero, 1976 y Premio Nacional de la Crítica, 1978. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid, 1978)
Sobre el balcón, volcado en La Costilla,
mis ojos dan al mar.
joven y dulce en la mañana. Y canta
ruge lo azul de la escolar garganta
Un día más, un poeta nuevo. Pero podemos comprobar qué bien escogido, Que además de gran poeta, Jesús sabe seleccionar una gran variedad de poemas con gran valor literario, con poemas que nos llegan y nos hacen pararnos y estudiarlos.
ResponderEliminarÁngel García, tiene en su haber una dilatada obra poética: poesía, antologías y recopilaciones, poesía para niños entre otras. Ha recibido una gran cantidad de premios.
Sus poemas son realmente bellos: un pequeño ejemplo.
"Besarte no es amor, es irte oliendo", o "Contigo a las orillas del atlántico", también bellos poemas.
Este que tenemos ante nuestros ojos, tanto el soneto como el verso blanco son algo para disfrutar. Ese regalo del mar, de luz y de corales, es algo especial en esta mañana, a punto de poder ejercitar no solo la mente, que también las piernas.
Mañana, caminar, caminar.
Gracias Jesús.
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