Brisa sin par, olor sobre la roca
sabor pegado a la boca, de sal.
En el aire se mezclan los efluvios,
del elocuente aroma de mar.
Olas intermitentes con su ronda,
engañan al agua cambiante, amorfa.
Espuma de la ola, cresta fustigante,
sayón de acantilados penitentes.
El mar, espejo de color tornasolado,
de cielos claros obviando nubes
que besan el mar, beso de esponja
cúmulo de aerosol llorando lluvia.
Penumbra de sol y luna titubeantes,
eclipses osados, reyes de la sombra,
con negra radial muerde los astros,
tierra en tinieblas y mar en brumas.
Atletas del océano a mar abierto,
delfines corren radiantes sin meta,
saltando pista libre de obstáculos.
Y el agua les presta a sus siluetas
un esbozo de crines ondulantes.
Auri