lunes, 30 de octubre de 2023

AMOR DE JUVENTUD, poema de Auri García


Era muy joven para comprender

que contigo había llegado mi suerte,

que yo había nacido para querer

y mi destino fue quererte.

 

Con tu aíre sencillo, campestre,

subías despacio la hondonada,

en tu mano un junco llevabas,

en la boca una flor silvestre.

 

Y yo, que con placer salía,

que solo me importaba tu persona,

me tomaba tu amor a broma

cuando te hallabas presente.

 

Me asomaba a ver como subías

con la chaquetilla al hombro

y cuál no sería mi asombro

que el sol, ante ti, deslucía.

 

A pesar de que no te lo quise hacer ver,

que ante ti no lo aceptaba,

tu cariño por entonces ya se colaba

en mi alma encariñada y en mi ser.

 

Y así nuestro amor florecía,

día a día se veía crecer,

si nuestra juventud nos sonreía

cómo no te iba a querer.

 

 

Auri.

 

miércoles, 25 de octubre de 2023

CUANDO YO ME VAYA…, poema de Francisco Lira


Cuando yo me vaya

de este mundo para siempre,

que me recuerden los versos

que en mi vida yo escribiere…

Cuando mi vida se apague

y me vaya con la muerte,

que no lloren por mí

y que nadie venga a verme…

 

Cuando mis miedos dominen

la negrura de repente,

que nadie vaya a mi tumba

que mi alma no estará presente…

Cuando yo me vaya

de esta vida para siempre,

no lloréis mi ausencia

ni el vacío que yo deje…

Me iré recitando poemas

hasta que me llegue la muerte,

seguiré escribiendo versos

y acariciando mi suerte…

Flotaré en un universo

de alegrías y placeres,

y soltaré el lastre de mis penas

y luego…  volaré inerte…

 

Cuando yo me vaya

de esta vida para siempre,

¡que me recuerden los vivos

y los versos que yo escribiere!

 

Francisco Lira. (diciembre 2022)

 

 

lunes, 23 de octubre de 2023

POEMAS PARA BARCOS DE PAPEL, de Jesús Pico

 

I

 

Dejando atrás el alto donde anidan

la nieve y la pureza, lento llega,

a pecho descubierto, la voz clara,

en majestad tan llana que conmueve.

 

Y se agrupan, estáticos, los álamos

en hilera, al sosiego de la tarde,

y los juncos inclinan su figura,

veloz, la golondrina roza el agua.

 

Maduro llega el río en esta hora

que bajan las estrellas a bañarse.

Cansado va, siguiendo su derrota.

 

Yo me bajo conmigo hasta sus aguas

y sumerjo mis manos en su torso.

Detenido en la orilla ya me alejo.


 


XIII

 

Aquí estaba la casa, aquí los pasos

resonaron, las voces un momento

quedaron en un eco que aún le llegan

entre las ruinas tristes de su infancia.

 

Aquí estaban los ojos expectantes,

las manos que jugaban con el día,

los pies rotos calzados por el polvo,

el niño con un nombre igual al suyo.

 

Vestido de recuerdos llega un hombre

buscando realidades en la nada

de un tiempo ya perdido sin remedio.

 

Y dice ser el mismo, pero duda,

considera que el tiempo no se mueve

y cree, paradoja, ser él tiempo.




XLIV

 

En el calor del páramo agonizan,

su plumaje es azul, tenue y lejano,

las metálicas aves de los vientos.

El sol es un alfanje vertical.

 

El agua reverbera mientras beben

labios de la ribera que no saben

de sed como otros labios ya resecos.

El sol es un cristal roto en pedazos.

 

La desolada tierra lanza flechas

—álamos, hombres, tesos, campanarios—

contra la luz prístina de los cielos.

 

El sol es una cima negra donde

la sombra existe, espera su victoria.

Las aguas siguen plácidas su curso.

 


Jesús Andrés Pico 

(De donde nace el viento, 1989)

 


sábado, 21 de octubre de 2023

CÓRDOBA, poema de Gracia Espino



¿Por qué los vientos me empujan

a las flores del azahar

de los floridos naranjos

que yo quisiera abrazar?

 

En las noches cordobesas

el puente romano canta

fandangos a la Mezquita

y me secan la garganta.

 

Cuando la luna que alumbra

en tus noches calurosas

dibuja en tus blancas calles

la silueta de dos sombras.

 

Dos sombras que se perdieron

sin quejas y sin quejido

alejándose de ti

por caminito partido.

 

¡Háblame, luna, si quieres!,

y dime si sigue hermosa

Córdoba con su Mezquita,

Medina Azahara y Calahorra.

 

Caminas entre tesoros

con andares de Sultana

enterrados bajo siglos

de las ciudades romanas.

 

¡Dime lunar luminoso!,

esa historia del pasado

de esta ciudad tan hermosa

que arraigada en mí ha quedado.

 

¿Por qué los vientos me llevan

a los recuerdos pasados?,

que me parece tener

columnas a mi costado.

 

Más si yo fuera un hada

y Córdoba mi pulsera

me impregnaría de amor

acogedor de esa tierra.

 

Volaría como golondrina

cristalizando el dolor

y al patio de los naranjos,

le robaría su olor.

viernes, 20 de octubre de 2023

Dos breves poemas de María Naranjo

1

¿Quién borra a los niños de las calles,

de sus calles. Quién siembra el odio?

Y siempre es igual, una y otra vez.

Ahora es Ucrania, Israel, Palestina…

Antes Yemen, Kósovo…

Figuras negras a lo largo y ancho del mundo

que siembran el horror y me encogen el corazón.

 

Entonces me aparto del ruido y corro para buscar

en las aguas del mar. Ellas siempre limpias,

mojadas. Me evaporo con el vapor del agua,

para subir y subir. Tal vez te encuentre cerca de la luna.

 


 2

Hoy he visto a un maestro con la regla en la mano.

Qué recuerdos, he pensado.

La regla por no ir a misa en San José,

por escaparse una palabra de la memoria,

por un verbo revoltoso que no se sabe comportar.

Hoy me ha venido a la memoria

la trayectoria del trozo de madera odiado.

También había una caña china cuando mirábamos el mapa,

los países se escondían y parecía que se iban a su país.

 

María

 

miércoles, 18 de octubre de 2023

¿PARA QUÉ QUIERO YA, MIS CINCO SENTIDOS?, Poema de Luis Arranz


(Vista, oído, olfato, tacto y gusto) 


Tengo ojos para mirarte,

pero… no te puedo ver

porque no quieres mostrarte.

¡Me dejaste de querer…! 

¡Ya no puedo contemplarte!


Tu dulce voz me sonaba,

como música, en mi oído.

Tu risa me enamoraba…

Y tu llanto lo he perdido

cuando más te deseaba.


Esa aroma y ese olor 

-que, juntos, acompañaban

tu lozanía y candor-

con su esencia, deleitaban

el ímpetu de mi amor.


El contacto con tu piel

fue, para mí, una delicia.

Me seducías con él.

Mi mano, con su caricia…

¡era el más dulce pincel!


Siento el sabor, en mi boca

-aunque sólo sea un sueño-

de aquella pasión tan loca…

en que creí ser tu dueño.

Hoy… ¡Eres como una roca!


Si no puedo ya besarte,

notar tu perfume, oírte,

ni verte, ni acariciarte…

Me condenas a decirte

que, al final… ¡He de olvidarte!


viernes, 13 de octubre de 2023

MENUDETA MEVA, un poema de Carmina Ferreres


Menudeta meva

ets aquí

i t’estimo.

 

Les mans amoixen 

el ventre.

Les meves

i les del meu amat.

Tebior compartida.

Esperança de palp anhelat.

 

Menudeta meva

ets aquí

i t’estimo.

 

Rostres seriosos,

rostres desconeguts,

bates de neu

diuen mots...

Els mots de la por.

Els que mai hem volgut.

 

Les màquines

parlen per ells:

dades, xifres...

i nosaltres la por

i més por!

Menudeta meva

ets aquí

i t’estimo.

 

Pren-me,

amoret meu.

Xucla’m.

Creix!

Fes-te gran.

 

Creixeu ditets,

i cervell

i pulmons

i ullets.

 

Creix menudeta meva.

Vine!

Et sento tan a prop...

Vull ser la teva carn.

La que veurà el sol,

el meu sol.

La que premeré fort.

La que es fondrà amb mi.

 

Menudeta meva

ets aquí

i t’estimo.

 

Ciència

no m’esporugueixis.

Avui odio la saviesa.

Avui vull ser

natura,

natura i prou!

Per estar soles

tu i jo,

menudeta meva.

Per gaudir

en èxtasis,

per aixecar el vol.

Només tu i jo.

Jo donant-me

i tu prenent-me.

 

Menudeta meva

ets aquí

i t’estimo.

 

Creix.

Creix en mi.

Creix dins meu!

 

Cala,

serà el teu nom.

Com la cala que

rep la mar

i l’aire

i la vida

i la gavina.

Cala, per sempre.

Per sempre en mi.

Filla meva...

 

Menudeta meva

Ets aquí 

i t’estimo.

 

El meu cor

i el meu ésser

son plens de tu,

i seran en mi

Fins  a la mort.  

 

         Carmina  Maig 2019

miércoles, 11 de octubre de 2023

EL HAYEDO, poema de Auri García

 

 

Un remanso de bosque comprimido

donde meandros, lejos de la fuente,

derraman el agua, tranquila e insistente

cual vaso que rebosa sin sonido.

 

El aire lastimero, con un gemido

filtrado en el hayedo de repente,

fue el impulso de viento suficiente

para mudar el lugar adormecido.

 

La hojarasca esparcida por el suelo

excitada por el empuje ventoso,

plasma una coreografía en vuelo.

 

Se alzan hojas en el hayal boscoso

emprenden un descomunal revuelo

alocadas en descompás airoso.

 

             La noche sobre el río ha caído.

El agua despereza suavemente,

se deja enmarañar por la corriente.

¿Las hojas? ¡En destino, no sabido!

 

Auri.

lunes, 9 de octubre de 2023

Dos poemas de Ana de la Arena


Transito los escalones irremplazables de la infancia,

testigos de caídas, lecturas y descubrimientos

con la nostalgia por el sauce que se

inclina sobre el río tibio donde se esconden los

cangrejos.

 

Al volver no encuentro nada, solo huecos de ausencia y

la baranda intacta que facilita el descenso.

 

Revuelvo el desorden del primer cajón de la cómoda,

donde iban las cosas inacabadas,

el agua turquesa que curaba las heridas, cuentas

de un collar de perlas, el botón de nácar,

el huevo de madera que se escondía en

la bolsa de los remiendos.

 

Huelo a encierro, a proyectos divergentes, a proyectos

que alejan y obligan a largos viajes.

Huelo a encierro donde olía a cigarrillos negros y humo

de quebracho.

 

La nostalgia sabe a jarabe de cerezas, a borrachera de

licor de las hermanas,

sueño en el baño donde se puede perder tiempo y

reclamar intimidad.

 

Él, el de las pocas palabras, el

del espíritu abierto, ¿escuchará los sonidos del vacío?

 

 

Ana de la Arena

Sabadell agosto/2023

 

 

entonces viajaba

el azafrán

en dedales de

metal amarillo

en el recuerdo

el risotto

que repartía Ella

en los platos

de diario

cantándole a

Rocío la del

manojito de

claveles

y Rocío y el risotto

habitaban entre

nosotras

ignorantes del pistilo

de la flor

que se recogía

entre lamentos

 

 

Ana de la Arena

Sabadell, septiembre/2023

 

 

lunes, 2 de octubre de 2023

EL MAR





Yo busqué un mar donde acaso lo hubo,

en las áridas planicies desiertas de la aurora

donde un vestigio aflora de vida tan antigua

que hace triste y pequeña la soberbia del hombre.

Yo busqué un mar oteando las nubes,

velas blancas de adioses,

en las tardes tranquilas cuando el viento traía

desgajados recuerdos, olvidos primigenios.

Me supe náufrago bajo olas de lluvia

y nauta de sueños en presentidos océanos.

Espumas modeladas en arcilla,

varaderos de piedra y ocultas caracolas

decían su nostalgia al agua de los ríos.

Crecí mirando al cielo que besaba los mares

con sus labios de sol

en lejanas auroras e incendiados ocasos.

Pero no sentí en la boca el sabor de la noche,

el regusto de sal de un desierto marino,

la agria bocanada oscura de los vientos.

Ni supe de los puertos donde regresa siempre

el tiempo con sus barbas salpicadas de escamas,

ni de islas que crecen quebrando el horizonte,                                                                    

ni de arenas vírgenes donde pone la tarde

su dorado rubor, ni de tumbas de agua

cuando dejan las olas un cielo de cipreses.

Y sin embargo busqué el mar.

Busqué el mar porque en mi sangre

naufragaba la vida.

 

Jesús Andrés Pico

(V Día de la Poesía. Segovia, 2014)

(Del libro Orento, 2015)

UN CABALLO SIN RECELOS de Encarna Jiménez de la Cruz. Revista poètica 1.26

  Cuando cabalgo, a la grupa, de un caballo sin recelos, por una playa de seda, le doy al agua mis versos. Son palabras engarzadas...