Un remanso de
bosque comprimido
donde meandros,
lejos de la fuente,
derraman el
agua, tranquila e insistente
cual vaso que
rebosa sin sonido.
El aire
lastimero, con un gemido
filtrado en el
hayedo de repente,
fue el impulso
de viento suficiente
para mudar el
lugar adormecido.
La hojarasca
esparcida por el suelo
excitada por el
empuje ventoso,
plasma una
coreografía en vuelo.
Se alzan hojas
en el hayal boscoso
emprenden un
descomunal revuelo
alocadas en
descompás airoso.
La noche sobre el
río ha caído.
El agua
despereza suavemente,
se deja
enmarañar por la corriente.
¿Las hojas? ¡En
destino, no sabido!
Auri.
Auri, un soneto con estrambote maravillosamente trabajado, que demuestra el dominio de la técnica, la palabra, la métrica y el mensaje. Te felicito, es una gran composición!!! 😘
ResponderEliminarGracias amigo Lira
ResponderEliminarMagnifico poema, Auri, con la musicalidad que a mí me gusta, y desde luego con esa sabiduría que tú atesoras. Poeta y trabajadora incansable. Me encanta.
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