martes, 29 de octubre de 2019

Jaume Baigual, l'enyor dels records



                            
                                                   

                  R E C O R D S                 



  Recordo els setze anys,
quan et vaig estimar
on les pors i covardies
em frenaren i reprimien
no em deixaren manifestar.

Ara, que ja tinc blanc el cap
i els records em són enyors.

Ara, que les pors són ombres
i les ombres no em fan por.

Ara, et dic amb gran honor
el molt que et vaig voler;
no sabia ni com dir-ho
no tenia més saber.

Ara, t’ho dic sense gens de por
i en dir-ho, em fa sentir millor.


                                                           Jaume Baigual i Rusiñol
                                                       (El poeta de Sentmenat)


jueves, 24 de octubre de 2019

Gracia Espino: atalantada tibieza


UNA TARDE TIBIA


Si una tarde sonora llaman a tu puerta,
Palomas, campanas, golondrinas;
¡No dejes que la vida te atalante!
Piensa en poesías y, en el bien que aún existe,
¡Abre! Deja que entre ese soplo de vida que necesitas.
Si abres y no sientes el canto de las campanas,
Cierra, llora, porque ya no sientes nada.



Gracia Espino



lunes, 21 de octubre de 2019

ANA DE LA ARENA. Comparecencia del gris.



Gris y pegajosa
la gelatina que drena
el agujero del alma,
drenaje de prejuicios,
principios,
buenos modales,
ideologías,
compromisos,
culpas.
Se ha roto el corset
y se ha disfrazado de colores
el abrigo gris.
El tiempo vuela retardado,
desconsolado el futuro
pierde adeptos.
El presente despierta
monótono entre las sábanas.
Hace frío,
ni siquiera el alcohol
ruboriza las mejillas,
ni las páginas de un libro
secuestran el pensamiento
que la música adormece.
El dolor colgado del perchero
espera su oportunidad
para teñir de gris
el abrigo de colores.

Ana de la Arena
Octubre 2019



viernes, 18 de octubre de 2019

Jesús Pico. DEL AMOR Y LOS POETAS


PUDE ESCRIBIR LOS VERSOS

No te escribí un poema cuando éramos felices.
Nos bastaban los versos que te leía al alba,
los versos de Salinas que mi voz te debía,
la lluvia de palabras que rociaba tu cuerpo
con besos de Neruda mojados y salinos,
enamorado polvo y requemados campos.
Nos bastaba el silencio, la sábana arrugada,
acaso la memoria mojada de la noche,
la conciencia de ser eternos y soñados.
Bien es cierto que pude al mirarte dormida
en la clara mañana con sol en los cristales
pergeñar unos versos al canto de los mirlos
besándote la frente y el pecho en claroscuro,
empero en ese instante propicio al embeleso
el poema eras tú y yo lector tan sólo.

Tentado estoy ahora, me llueven alacranes
y se oculta la luna detrás de las fachadas
inmensamente clara, serena burdamente,
¡qué gris es la ciudad y la gente que cruza
con su lenta tristeza, su burlona alegría!,
tentado de poner en la mesa el dolor
junto al vaso vacío de recuerdos y acíbar
y llorar largamente desesperado y solo
los versos que ya entonces no me atreví a escribir
o, herido y melancólico, los versos más amargos
de angustia y desamor. Tentado, pero no,
que eso ya lo hicieron, ¡qué altos!, los poetas
y yo tan sólo anhelo fundirme en su tormento,
lector al fin y al cabo de mi propia esperanza
por bibliotecas ciegas, laberintos y espejos. 

 Jesús Andrés Pico Rebollo


                                                                           

jueves, 17 de octubre de 2019

JAUME BAIGUAL. El poeta de Sentmenat

 
                       


 EL POETA


La carn tremolosa li crema
són alegries de la seva passió.
Pensaments fariseus apareixen
frenant el magma de la inspiració.

Les ombres en forma de versos
penetren a la composició,
plasma en el paper un poema
de sofriment i desesperació.

El dolor li aguditza la intel·ligència 
en una  profunda inquietud,
espectres diabòlics fan resistència,
i més s’enfonsa al lloc
                                   on ha caigut.

Aparteu-li els fantasmes cruels,
que li treuen la guspira divina,
aixequeu-li la mirada cap al cel
que contempli el firmament                                       
                                     on culmina.


 Jaume Baigual i Rusiñol 

                           


lunes, 14 de octubre de 2019

Gracia Espino. Respirar o escribir.


ESCRÍBEME

Cuando tengas las manos firmes, seguras,
los pájaros despidan esa tarde y
ante ti pase el arroyo y el tiempo
acariciando la hierba,
¡Escríbeme!
Cuando te inspires, manen de tu boca
 palabras elogiosas aunque te sean
 calladas, y los pies de la noche sean
silenciosos cuando se te aproximen,
¡Escríbeme!
Cuando sin dormir  parezca que sueñas
y te sientas volar sin alas entre
verso y verso silbando el viento entre árboles,
¡Escríbeme!
No dejes de escribir, plasma en papel
 tus sentimientos con esa grandeza
 de espíritu para que todo el que lea
dé constancia de tu valía y belleza
de tus huellas dactilares tu esencia,
¡Escríbeme!
Ya sabes que los años son muy astutos
nos pasan veloces, como un parpadeo.

                                      Gracia Espino 


sábado, 12 de octubre de 2019

BAJO EL AGUA. Poema de María Naranjo



BAJO EL AGUA


Cantando bajaba el agua
sobre el cauce de aquel río,
las sombras de la alameda
eran nuestro gran cobijo.

Aquel tibio sol doraba
los cuerpos aún de niñas,
entre risas y alboroto
pasábamos aquel día.

Mirando desde una piedra,
viendo pasar la corriente,
me preguntaba indecisa
¿me tiro, o no me tiro?

Y me tiré en lo más alto
sobre las aguas del río.
Atrapada en la corriente
escuchaba los murmullos.

¿Que estará haciendo esta loca?
pero sal ya de una vez.
Remotamente escuchaba
sonar aquel cascabel.

Mi bañador era verde
de un viejo vestido verde,
además de terciopelo,
solo aquella opción tenía.

Gracias a él me veían,
en aquel fondo atrapada.
Pensaban que sonreía
mientras casi me ahogaba.

Al final pude sacar
la cabeza y una mano,
sin aire ya los pulmones
por valiente y atrevida.

Yo pensaba mientras tanto
atrapada bajo el agua,
que yo ya de aquel remanso
respirando no saldría.

Y venga llamarme loca
y cosas más atrevidas.
Y a nadie se le ocurrió
tirarse al agua aquel día.

María Naranjo




viernes, 11 de octubre de 2019

Araceli Moretó: El peso del tiempo


LA VIEJITA ENCORVADA 

Una viejita encorvada 
 me habló de sus desventuras.
Mientras, el tren avanzaba: 
la noche era muy oscura,
y tras la oscura ventana, 
una débil luz de luna
tímidamente llegaba. 

La viejita me miraba. 
Eres joven, me decía
Yo estoy vieja y arrugada. 
Las arrugas de la vida,
han hecho mella en mi cara.
Por vivir no tengas prisa,
 que la vida, sola, ya avanza. 

Mira mi espalda encorvada 
y mis manos temblorosas.
Escucha mi voz medio ronca 
y mira mis piernas hinchadas. 
Mas no pierdo la esperanza 
de disfrutar cada hora 
que la vida me regala. 

Ya sé que la vida es corta. 
Que quizás mi tiempo acaba.
Observa el tren como avanza 
en medio de oscuras sombras,
mas la sombra es engañosa
 y no suele ser tan mala,
es un paso hacia la luz
 que llega cada mañana. 

 Así has de vivir la vida: 
sentirás desesperanzas.
Quizás te encuentres perdida
 o llores desconsolada.

Tras la tormenta, hija mía, 
siempre ha de llegar la calma.
Disfruta con alegría
 la vida mientras avanza
y no pierdas la esperanza 
de llegar a ser viejita.

Y la viejita encorvada..... 
al fin se quedó dormida 

 Mientras el tren avanzaba... 
observé como dormía. 

Araceli  Moretó




UN CABALLO SIN RECELOS de Encarna Jiménez de la Cruz. Revista poètica 1.26

  Cuando cabalgo, a la grupa, de un caballo sin recelos, por una playa de seda, le doy al agua mis versos. Son palabras engarzadas...