sábado, 9 de septiembre de 2023

TERREMOTOS...

 

Un rugido, un temblor...

un caos geológico

en las entrañas de la tierra.

Un grito de horror

y cientos y cientos,

de edificios derrumbados.

Miles y miles de muertos,

heridos y desaparecidos.

 

Ser pobre tiene un precio

en la vida y en la muerte...

Vivir o morir,

depende muchas veces,

de una ruleta que atrapa

la inocencia de los pobres,

y preserva la vida de los ricos.

Así es esta humanidad

imperfecta e injusta,

donde impera la indecencia

de las negligencias culpables...

Y la Tierra herida,

se cobra los tributos

de la mala planificación...

y desata la tormenta

del rugido de muerte y sufrimiento.

La Tierra, no tiene sentimientos...

No hay fuerza más insolente,

que la fuerza bruta del planeta.

Las placas tectónicas,

no entienden de edificios

mal construidos y mal diseñados.

No entienden de asentamientos

incontrolados en zonas de peligro...

No entienden cómo los pueblos

son subyugados por gobiernos

corruptos y despiadados...

Siempre pagan los mismos...

No hay solución, ni a corto

ni a largo plazo...

Este es el precio a pagar:

La muerte y el sufrimiento

de los más débiles.

 

Solo nos queda la Solidaridad.

La Ayuda Internacional

y el milagro a cuentagotas,

de vidas salvadas entre los escombros.

 

Y ese milagro de inocencia

de niños rescatados con vida.

A cuenta gotas,

después de horas o días,

salen de las entrañas ruinosas

de sus viviendas...

Algunos, con una sonrisa,

ajenos al horror y al sufrimiento.

 

Solo nos queda la Solidaridad,

la Ayuda Internacional,

y el recuento macabro

de los muertos y heridos.

También nos quedan algunas sonrisas

de niños ajenos al horror...

Ahora, el invierno crudo,

acecha con su guadaña de muerte

las esperanzas de sobrevivir...

 

Terremotos imposibles de prevenir.

Pero, hay terremotos, que surgen de la tierra,

y hay terremotos, que surgen de la maldad...

Estos, son los más dañinos.

¡Réquiem por la humanidad!...

 

Francisco Lira. Febrero 2023.

2 comentarios:

  1. Qué fotografía has hecho Francisco, más exacta. Las palabras sencillas que dibujan la realidad es el retrato mejor hecho. Cómo no echar de menos tus relatos, cuando por fuerza mayor te ausentas. La vida nos trae y nos lleva a capricho, sobre todo, cuando el amor impera en el corazón de los hombres. Suerte, que el amor a la poesía te mantiene con los ojos abiertos y las palabras bailando delante de ti.
    Me alegro pensando que estás cerca.
    Magnifico retrato.

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  2. Un poema que viene a colación con el terremoto ocurrido en Marruecos y todos
    los desastres que ocurren. Expresas muy bien toda las congoja que sufrimos, en tu poema.

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UN CABALLO SIN RECELOS de Encarna Jiménez de la Cruz. Revista poètica 1.26

  Cuando cabalgo, a la grupa, de un caballo sin recelos, por una playa de seda, le doy al agua mis versos. Son palabras engarzadas...