viernes, 25 de diciembre de 2020

Luis Arranz: RIMAS

 

Río abajo, en la ribera,

se atusa el predio con flores.

Las mozas -en primavera-

lucen galas y colores.

                 

 

Las rosas que no regaste,

marchitas languidecieron.

Los besos que me negaste,

en el aire se perdieron.

                

 

Las promesas de la noche

se gozan de madrugada.

La crítica, y el reproche,

son ¡herida desgarrada!

                 

 

La zagala va a por agua,

ahogada por el calor.

El rapaz le ve la enagua…

¡Su entraña es fuego y ardor!

                 

 

Canta, zagala… ¡no calles

tu júbilo ni tu amor!

Hay mancebos, en los valles,

que te ofrecen una flor.

                  

 

Paseando de la mano

por senderos y por mieses…

¡Un beso te diera –ufano-

aunque no me lo pidieses!

                 

 

Las alegrías, y amores,

brillan en la juventud.

Malestares y dolores

son –en la vejez- virtud.

                

 

Las piedras de aquel molino

giran y rugen rabiosas.

Las frases nobles –con vino-

brotan frescas y garbosas.

                 

 

Palabras de amor furtivo

se pronuncian a escondidas.

Cuando un cariño está vivo,

¡las almas enardecidas!

                 

 

¡Cuántas caricias y besos

prodigados mutuamente!

Nos tiemblan hasta los huesos…

Nos obnubilan la mente.

                  

 

Versos para enamorados

-que lisonjean oídos-

os escribo, rubricados.

¡Con el corazón sentidos!

 

       Luis Arranz

 

 

 

 

lunes, 21 de diciembre de 2020

Francisco Lira: ME DESNUDAS CON TU MIRADA

 

Me desnudas con tu mirada,

me desarmas cuando me miras...

me deslumbras cuando me hablas,

y cuando callas, me iluminas...

Tus silencios me embriagan,

tus sonidos me dominan

y en medio de tus lágrimas,

pinto un beso en tus mejillas.

Tus ojos me imantan

y me miro en tus pupilas,

y en el roce con tu cara...

te dibujo mil caricias.

Soy esclavo de tu alma

y me siento en rebeldía,

tu mirada me soslaya

y me rindo ante tu vida...

Soy esclavo de las sílabas

escribiendo mil poesías.

y tus gestos me regalan

un mundo de fantasías...

Me desnudas con tu mirada,

y me llenas de alegrías...

y sigo con la palabra,

escribiéndote cada día...

Me desnudas con tu mirada

y me visto, con mis poesías...


                         Francisco Lira. (Diciembre 2020)

 

 

viernes, 18 de diciembre de 2020

RECITAL VIRTUAL DE NOVEMBRE. Joana Raspall

 

Podries


Si haguessis nascut
en una altra terra,
podries ser blanc,
podries ser negre…
Un altre país
fóra casa teva,
i diries “sí”
en una altra llengua.
T’hauries criat
d’una altra manera.
Més bona, potser.
Potser més dolenta.
Tindries més sort
o potser més pega…
Tindries amics
i jocs d’una altra mena;
duries vestits
de sac o de seda,
sabates de pell
o tosca espardenya,
o aniries nu
perdut per la selva.
Podries llegir
contes i poemes,
o no tenir llibres
ni saber de lletra.
Podries menjar
coses llamineres
o només crostons
secs de pa negre.
Podries… podries…

Per tot això pensa
que importa tenir
les mans ben obertes
i ajudar qui ve
fugint de la guerra
fugint del dolor
i de la pobresa.
Si tu fossis nat
a la seva terra
la tristesa d’ell
podria ser teva.

Rapsoda: Francisca Guerra




La revetlla


-Bona nit, tingueu, estrelles!
Si voleu baixar al carrer,
l’hem guarnit per la revetlla
amb garlandes de paper,
banderoles, serpentines
i fanalets de colors.

Vindran músics a tocar-hi
uns balls ben engrescadors.
Us veiem que esteu tant soles
d’una a una, al cel tan gran,
que ens hem dit: “Val més que baixin
i amb nosaltres ballaran”.
Si la festa fos molt llarga
i al carrer tinguéssiu fred,
podríeu arrecerar-vos
dintre d’algun fanalet.

Els veïns d’altres revetlles
quedarien admirats
d’uns fanalets japonesos
mai tan ben il·luminats.

-Bona nit, amics, i gràcies!
El cel no ens deixa venir,
però mirarem la festa
i us farem llum des d’aquí.

Rapsoda: Pep Pol




Amics


De tota la colla
són els més amics
l’un és nat a l’Àfrica
l’altre és fill d’aquí

Pell blanca, pell negra…
són ben diferents;
si només s’assemblen
pels ulls i les dents! 

Parlant amb rialles,
mentre van jugant,
amb poques paraules
sempre s’entendran.

Per deixar la “bici”
només cal dir: “té”
i per regraciar-ho
els basta: “molt bé!”

Xutar la pilota
és com conversar:
un peu pot dir: “meva!”
o bé: “teva,va!”

Quan l’un té moneda
per comprar un llamí,
tria un tros de coca
que es poden partir,
que l’altre té boles
de banús pintat
i li’n dóna alguna
sempre que han jugat.

Les places són amples,
per als dos amics;
i els carrers alegres;
i els jardins, bonics…

Però, casa seva
és un altre món
l’un hi troba els mobles
que tan lluents són,
l’altre, la màrfaga
que li fa de llit.

Qui sap què somnia,
cadascú, de nit!
Quanta diferència
separa els amics!

Els uns són ben pobres,
els altres, prou rics…
però, al fons, se senten
privilegiats:

Tots dos tenen mare
i són estimats.

Rapsoda: Araceli Moretó




Si el món fos…


Si el món fos escrit amb llapis,
podria esborrar la lletra
que vol ferir;
podria esborrar mentides
que no cal dir;
n'esborraria l'enveja
que porta mals;
n'esborraria grandeses
de mèrit fals...

Però és escrit amb tinta
de mal color:
el color brut de la guerra
i del dolor.

Qui voldrà escriure un món nou
més just i net?

Potser que tu i jo ho provéssim,
ben valents, lletra per lletra,
des del nostre raconet...


Rapsoda: Maria Teresa Castellví



lunes, 14 de diciembre de 2020

RECITAL VIRTUAL DE NOVIEMBRE. Alfonsina Storni .3




Tú, que nunca serás

Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.

No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.

Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,

y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.

Rapsoda: Magdalena Morales

 

Animal cansado

Quiero un amor feroz de garra y diente
que me asalte a traición en pleno día,
y que sofoque esta soberbia mía,
este orgullo de ser todo pudiente.

Quiero un amor feroz de garra y diente
que en carne viva inicie mi sangría,
a ver si acaba esta melancolía
que me corrompe el alma lentamente.

Quiero un amor que sea una tormenta,
que todo rompe y lo remueve todo
porque vigor profundo la alimenta.

Que pueda reanimarse allí mi lodo,
mi pobre lodo de animal cansado,
por viejas sendas, de rodar, hastiado.

Rapsoda: Victoria Marcet

 

Esta tarde

Ahora quiero amar algo lejano…
algún hombre divino
que sea como un ave por lo dulce,
que haya habido mujeres infinitas
y sepa de otras tierras, y florezca
la palabra en sus labios, perfumada:
suerte de selva virgen bajo el viento…

Y quiero amarlo ahora. Está la tarde
blanda y tranquila como espeso musgo,
tiembla mi boca y mis dedos finos,
se deshacen mis trenzas poco a poco.

Siento un vago rumor… Toda la tierra
está cantando dulcemente… Lejos,
los bosques se han cargado de corolas,
desbordan los arroyos de sus cauces
y las aguas se filtran en la tierra
así como mis ojos en los ojos
que estoy soñando embelesada…

Pero…
ya está bajando el sol tras de los montes,
las aves se acurrucan en sus nidos,
la tarde ha de morir y él está lejos…
lejos como este sol que para nunca
se marcha y me abandona, con las manos
hundidas en las trenzas, con la boca
húmeda y temblorosa, con el alma
sutilizada, ardida en la esperanza
de este amor infinito que me vuelve
dulce y hermosa…

Rapsoda: Carmina Ferreres

 

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

Rapsoda: Pedro Gómez

 

Tú me quieres blanca

Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena.
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:

Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

 Rapsoda: Luis Arranz

 

 


 

sábado, 12 de diciembre de 2020

RECITAL VIRTUAL DE NOVIEMBRE. Alfonsina Storni .2

 






Noche divina


Este jardín nos cede su delicia,
nos cede el árbol de manzanas lleno.
Fuente de dioses a la sed propicia,
pan del instinto, para el hambre, bueno.

Mas blanco mármol sin igual pudicia
fija en nosotros su mirar sereno:
muslo desnudo, vigoroso el seno,
puro, como la luz que lo acaricia.

Se hacen tus ojos demasiado azules,
cubren tus manos impalpables tules
y algo divino te levanta en vuelo.

No cortemos la fruta deleitosa
y mira el alma en una nube rosa,
cómo es de azul la beatitud del cielo.

Rapsoda: Joan Torrijos




Humildad


Yo he sido aquella que paseó orgullosa
el oro falso de unas cuantas rimas
sobre su espalda, y se creyó gloriosa,
de cosechas opimas.

Ten paciencia, mujer que eres oscura:
algún día, la Forma Destructora
que todo lo devora,
borrará mi figura.

Se bajará a mis libros, ya amarillos,
y alzándola en sus dedos, los carrillos
ligeramente inflados, con un modo

de gran señor a quien lo aburre todo,
de un cansado soplido
me aventará al olvido.


Peso ancestral


Tú me dijiste: no lloró mi padre;
tú me dijiste: no lloró mi abuelo;
no han llorado los hombres de mi raza,
eran de acero.

Así diciendo te brotó una lágrima
y me cayó en la boca... más veneno:
yo no he bebido nunca en otro vaso
así pequeño.

Débil mujer, pobre mujer que entiende,
dolor de siglos conocí al beberlo:
oh, el alma mía soportar no puede
todo su peso.

Rapsoda: Elisabet Cruz




Voy a dormir


Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas: bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides… Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido

Rapsoda: Francisco Lira




Alma muerta


Piedras enormes, rojo sol y el polvo
alzado en nubes sobre tierra seca…
El sol al irse musitó al oído:
el alma tienes para nunca muerta.

Moviéndose serpientes a mi lado
hasta mi boca alzaron la cabeza.
El cielo gris, la piedra, repetían:
el alma tienes para nunca muerta.

Picos de buitre se sintieron luego
junto a mis plantas remover la tierra;
voces del llano repitió la tarde:
el alma tienes para nunca muerta.

Oh sol fecundo, tierra enardecida,
cielo estrellado, mar enorme, selva,
entraos por mi alma, sacudidla.
Duerme esta pobre que parece muerta.

Ah, que tus ojos se despierten, alma,
y hallen el mundo como cosa nueva…
Ah, que tus ojos se despierten, alma,
alma que duermes con olor a muerta…

Rapsoda: Jesús Pico




¡Adiós!


Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
—de llagas infectas— ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!...

Rapsoda: Antonio Bizarro



jueves, 10 de diciembre de 2020

RECITAL VIRTUAL DE NOVIEMBRE. Alfonsina Storni .1

 




El clamor

Alguna vez, andando por la vida,
por piedad, por amor,
como se da una fuente, sin reservas,
yo di mi corazón.

Y dije al que pasaba, sin malicia,
y quizá con fervor:
-Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.

Y tan pronto lo dije, como un eco
ya se corrió la voz:
-Ved la mala mujer esa que pasa:
Ha dado el corazón.

De boca en boca, sobre los tejados,
rodaba este clamor:
-¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;
ha dado el corazón!

Ya está sangrando, sí, la cara mía,
pero no de rubor,
que me vuelvo a los hombres y repito:
¡He dado el corazón!

Rapsoda: María Naranjo





Vida

Mis nervios están locos, en las venas
la sangre hierve, líquido de fuego
salta a mis labios donde finge luego
la alegría de todas las verbenas.

Tengo deseos de reír; las penas
que de donar a voluntad no alego,
hoy conmigo no juegan y yo juego
con la tristeza azul de que están llenas.

El mundo late; toda su armonía
la siento tan vibrante que hago mía
cuando escancio en su trova de hechicera.

Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera.

Rapsoda: Auri García





Nada

El día que te acerques
vendrán mujeres muchas,
vendrán morenas bellas
y vendrán dulces rubias

a disputarte; y ellas
harán, con donosura;
tu elogio, por lograrte,
sin acertar ninguna.

Y yo no tendré miedo
de morenas ni rubias
pues cerraré los ojos
y te diré- Soy tuya.

Rapsoda: Ana de la Arena





Un día


Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.


No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
diremos, el camino volviendo a desandar.


Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... Cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?


Rapsoda: Gracia Espino





La caricia perdida

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos… En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará… rodará…

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Rapsoda: Eva Mora



Todos los poemas, tomados de Internet, son de Alfonsina Storni.

Para ver y escuchar las declamaciones visitad nuestro canal de YouTube




 

miércoles, 2 de diciembre de 2020

VISITAD NUESTRO CANAL DE YOUTUBE

 En estos difíciles tiempos en que no es posible llevar a cabo recitales tradcionales, Poesía a Trenc d'Alba opta por el formato digital. Ya en verano trasladamos el de poesía reivindicativa que veníamos haciendo anualmente en el local de La Obrera a nuestro canal de YouTube en colaboración con Sabadell por la República. De este recital surgió el libro Poesia reivindicativa que se puede conseguir en Bubok (https://www.bubok.es/libros/264586/Poesia-reivindicativa-Poemari-Collectiu-del-recital-virtual-de-confinament) 



Actualmente estamos subiendo a YouTube los vídeos de un nuevo recital virtual con poemas de Alfonsina Storni y Joana Raspall.



Nuestra intención es, de manera periódica, ir haciendo por este medio nuevos recitales para que la poesía nos mantenga a todos la ilusión y la esperanza en un futuro cercano y mejor.

En el lado  superior izaquierdo de la página se encuentra, junto al de Facebook, el botón para acceder cómodamente a nuestro canal.

Esperamos vuestras visitas.



viernes, 20 de noviembre de 2020

LUIS ARRANZ, POBRECITA MI PENSIÓN (Ante la revisión del pacto de Toledo)

 

Desde 2010 hasta 2017, entre congelaciones, expolios y subida  brutal de los precios, las pensiones se nos quedaron “enanas”.


POBRECITA, MI PENSIÓN

 

  ¡Pobrecita, mi pensión!

¡Cuán frágil! ¡Y pequeñita!

¿Por qué tamaña agresión?

¡Lo que se da no se quita!

 

  El dinero que percibo

no es un “regalo especial”.

Es mi derecho más “vivo”.

El más digno. El más vital.

 

  Muchos años cotizados

para poder jubilarnos.

Dineros que –malgastados-

quieren volver a cobrarnos.

 

  Todos derrochan caudal:

las entidades locales,

la Administración Central,

gobiernos territoriales…

 

  “Los Jubilados, hoy, son

una carga inaguantable”.

Nos ha insultado un “chupón”

en tono vil ¡Miserable!

 

  ¡Matadnos, ya, de uno en uno!

¡Y, así, ya no habrá pensiones!

Este es el modo en que alguno

pretende dar soluciones.

 

 Con mi paga malvivimos

mis hijos, yo y mi mujer.

Por la mañana pedimos

para –en la tarde- comer.

 

  La nevera está vacía;

el agua me la han cortado;

el tendero no me fía…

La casa me han embargado.


  Somos avecillas presas

en garras de un gavilán.

Nos engañan con promesas

mientras nos roban el pan.

 

  “No se preocupen ustedes,

que nosotros lo arreglamos”

-nos dice desde el “Mercedes”

que, entre todos, le pagamos-.

 

  ¿Qué hicisteis con nuestra hucha?

¿Quién tiene nuestro dinero?

¡El que pasa hambre no escucha!

¡Justicia! Es lo que yo quiero.

 

  ¿Dónde están los “verdes brotes”

que anunciabais con furor?

¡“Perico el de los Palotes”

gobernaría mejor!

 

             Luis Arranz  (2.018)

lunes, 9 de noviembre de 2020

Ana de la Arena: CUENTITO


...Y ahora va la abuela y nos cuenta lo de don Zoilo Zorraquín en la iglesia de Chivilcoy; peor si nos cuenta lo de la luna de miel en Montevideo, cruzando el Río de la Plata en el barco de la Carrera, vomitando toda la noche de bodas por la borda, sabiendo que al día siguiente la esperaba la verdadera luna de miel, después de un noviazgo en que el abuelo no le había tocado ni la mano.

En el hotel Majestic fue una noche de luz apagada, desnudez asombrosa, dolor increíble que borró la vergüenza y el insomnio. Al día siguiente cuando tapó las ojeras negras con el sombrero de la camelia que le había prestado su hermana se fueron al cine por primera vez. Sonaba el piano alegre y los personajes se aplastaban tortas de crema en la cara; todo el mundo se reía y ella también escondiendo la cara. En el entreacto el piano empezó a tocar unos trémolos que no anunciaban nada bueno. Apagaron las luces y a lo lejos se vio un tren escupiendo humo negro que se acercaba cada vez más para atropellarlos; empezaron los gritos, había miedo en las sillas que se caían haciendo ruido, ella fue la primera en salir a la vereda, tropezando entre la oscuridad, estaba despeinada y había perdido el sombrero con la camelia y lloraba como una Magdalena. Nunca le gustó el cine.

NO,  mejor que nos cuente lo de don Zoilo Zorraquín...

 

   Sabadell, setiembre 2018

viernes, 6 de noviembre de 2020

Auri García: EL TÁNDEM DE LA VIDA


He vuelto a sentarme bajo el árbol

en el lugar sobre la alfombra de hojas.

Volver al lugar me ha estremecido

y los recuerdos me asaltan y no olvido.

Hay un silencio tan profundo en el entorno

el correr del agua lo rompe con su sonido.

 

En un tibio día igual que este

con la claridad de la luz del otoño

las promesas entre susurros

guardamos en el corazón inconsciente

y al tiempo las fuimos mimando

en aquel cariño adolescente.

 

Solo tú entendías mis silencios

y sabías, porque callo cuando callo,

y por qué me siento vulnerable,

y mi alma cerrada solo a ti abro.

 

Y corren gotas frías por mi frente

pensando en aquel amor adolescente,

que conquistó para siempre y sin medida

del bosque el frescor, del río la corriente

y el total del calor del corazón mío.

 

Pude asomarme a la sima de tus ojos

y sentir una emoción desconocida.

Quisimos saber lo que se siente

al pedalear los dos juntos sin medida.

 

Nos subimos al tándem de la vida…

ahora somos dos, los que emoción sienten.

No te vayas nunca de mi mente

aunque yo por favor te lo pida.

Que voy haciendo un listado de mis heridas

desde que tú no estás aquí presente.

 

Dame la cura a los recuerdos

que siempre contaran en mi vida.

El primer amor nunca se olvida,

a la ilusión no es indiferente.

 

Y por eso es por lo que estoy aquí

en el mismo lugar, el mismo río, la fuente,

para ver si sigues en mi mente.

No se pueden correr cortinas

y ocultar un amor adolescente.

 

 


 

 

 

 

martes, 3 de noviembre de 2020

Luis Arranz: AL “NIÑATO PIJO”

 

 Con cierto aire acusador

y punzante, me dirijo

a pedir que, por favor,

hable bien el niño “pijo”.

 

  “Bgueno”…”bgien”…”fgenomenal”…

“supegguay”… cuarenta “o seas”…

¡Te equivocaste, chaval!

Lo malo es que no lo veas.

 

  El niño pijo se cree

que, hablando así cada día,

quien le escucha -o quien le lee-

le tendrá más simpatía.

 

  Lo que consigue no es eso,

sino todo lo contrario.

Se equivocará en exceso;

maltratará el diccionario.

 

  A la persona que escriba

y que hable así por las calles,

cualquiera que lo perciba

le espetará: ¡”Que te calles”!

 

  Son pijos gentes incultas

que tienen por pretensión,

buscar palabras ocultas

y usarlas sin ton ni son.

 

   Pero cualquier otro opina

que no hace falta buscar

nada raro si se atina

al escribir o al hablar.

 

  Con un vocablo adecuado

y una estructura correcta,

el verso queda bordado

y la prosa irá perfecta.

 

  Quien lo lea, entenderá

lo que allí se encuentra escrito.

Su sentido captará,

aunque no sea un erudito.

 

  Estos versos los dedico

al que quiere aparentar

ser culto, pero es borrico

y usa un lenguaje vulgar.

 

          

domingo, 25 de octubre de 2020

ME GUSTAN TUS CURVAS Y TUS RECTAS, poema de Francisco Lira

 

Me gustan tus curvas.

Todas, y cada una de ellas;

las más abiertas, las más cerradas, y las más ocultas.

Me gustan tus curvas,

las que vienen de abajo, y las que vienen de arriba…

las que se cruzan en tus caderas,

y aterrizan en tu cintura.

Me gustan tus curvas, 

¡y tus pechos caídos de mujer madura!

 

Me gustan tus curvas…

cada una de ellas, y todas;

las que me frenan, las que me embalan, y las que me dominan.

Me gustan tus curvas,  

las que vienen de golpe, y las que vienen sin prisas…

las que se esconden por tu horizonte,

y aparecen en tu figura.

Me gustan tus curvas,

¡y tus labios de seda que me dan ternura!

 

También,  me gustan tus rectas.

Todas,  y cada una de ellas;

las más largas, las más cortas, y las más secretas.

Me gustan tus rectas,

las que vienen de frente, y las que pasan de lado,

las que convergen en tu espalda,

y divergen en tus costados…

Me gustan tus rectas,

¡y tu cuerpo maduro de mujer serena!

 

Me gustan tus rectas,

cada una de ellas, y todas;

las que me calman, las que me alteran,

y las que me impacientan.

Me gustan tus rectas,

las que trazan tus perfiles y dibujan tu silueta;

las que forman tus aristas y realzan tu belleza.

¡Me gustan tus curvas y me gustan tus rectas!…


                                                                           Francisco Lira

sábado, 26 de septiembre de 2020

FRANCISCO LIRA, ensoñaciones nocturnas.

 

LA NOCHE…

 

Perturbadora y oscura,

apareciendo de golpe

se desliza su figura...

negra y turbia, ¡la noche!

En la soledad, murmura,

un eco y algunas voces

recuerdos de la  locura,

de lujurias sin controles...

En la oscuridad más pura

se filtran los temores...

se acaricia la ternura

y se abren corazones...

las pieles de la dulzura

se atraen con las pasiones

y un volcán de lava dura

expulsa las ilusiones...

en concordancia perdura

recuerdos que son amores...

deseos que son textura,

de unos besos de colores...

Un arco iris alumbra

un jardín con muchas flores,

y un silencio que vislumbra

los placeres sin controles...

Un horizonte en penumbra

se desliza sin temores...

y un amanecer deslumbra

los sueños, de mis amores.

Es la noche, que acostumbra

a sentir muchos sabores,

la noche que te relumbra,

¡de fríos y de calores !

 

Francisco Lira.     Febrero 2020.

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 23 de septiembre de 2020

GRACIA ESPINO. Del deseo y del gozo

 

                                      GOZAR DE SONRISAS

 

                   ¿Quién pudiera?

Sentir siempre esa extraña sensación

en el estómago, que se expande por todo tu ser

y los ojos irradian cálida y tierna luz 

 

                   ¿Quién pudiera?

¡Retener esas hermosas sensaciones!,

de mudez claudicada

al encontrarte con la persona que te produce ese relámpago,

ese estruendo que hace temblar todo tu ser,

solo con verlo pasar y gozar de su sonrisa.

Mas   sabiendo que los dos sentimos lo mismo,

esas sensaciones de temblor y caras bobos.

 

                   ¿Quién pudiera?

Sentir la desnudez solo con las miradas

a la vez el corazón arropado con el amor

y el reloj se detiene, al estar juntos,

 conversando sandeces que nos parece versos.

Sentirte guerrero valeroso hecho de piedra y sol,

con ojos de espejos donde se refleja la calidez

de los besos que siguen presos en nuestros labios.

 

                   ¿Quién pudiera?

Conservar ausencias viejas,

con los pies descalzos

sentirte volar, volar

y ser pincel que pinta el cielo.

 

Gracia Espino

 

 

 

UN CABALLO SIN RECELOS de Encarna Jiménez de la Cruz. Revista poètica 1.26

  Cuando cabalgo, a la grupa, de un caballo sin recelos, por una playa de seda, le doy al agua mis versos. Son palabras engarzadas...