¡Cuánta soledad contiene
la penumbra de mi casa!
¡Qué frías son sus paredes!
¡Cuánta tristeza ella abraza!
Hoy me duele tanta ausencia,
que se quiebran mis palabras:
mi casa sigue vacía
y la puerta está cerrada;
el arriate sin flores;
el patio, llanto de plata;
la lluvia lleva mis versos
por paredes encaladas;
los gatos, por los tejados;
la luna sigue menguada…
Sólo crecen: en la noche,
el bronce de las campanas
y, en la mañana, los yunques
que me golpean el alma.
Encarna Jiménez
Un poema bello, muy lorquiano (bajo mi criterio) con un ritmo y musicalidad, mágico y y un contenido triste y dramático en la soledad, que a veces emana en el propio hogar... Gran poema Encarna!!! 😘👏👏👏
ResponderEliminarUna casa triste sin duda reflejas, Encarna. Aunque no pienso que sea tu casa, aunque siempre hay casas tristes.
ResponderEliminarBello poema con musicalidad