viernes, 2 de diciembre de 2022

EL SOL PALIDECIÓ, poema de María Naranjo

 

EL SOL PALIDECIÓ

 

Subí al borde de la nada

donde los sueños descansan

y el atardecer se inclina

buscando allí la esperanza.

 

No alcanza el conocimiento

para aceptar la palabra,

la que amenaza en mis sueños

para borrarme tu cara.

 

Aún no puedo comprender

el silencio que desgarra,

mientras mi alma se aferra

a ese perfil de tu rostro.

 

Muchas veces me pregunto

como si en sueños hablara

que ha sido de aquella dicha

que despierta contemplara.

 

Muchas veces voy soñando

con el mar o la montaña,

el sigilo de la noche

o el eco en la madrugada.

 

No me alcanza la razón

para aceptar que tus ojos,

esos que me dan la luz,

se escondan tras la ventana.

 

Nunca el sol palideció

de repente y desolado

dejando un alma tan fría

como temblando mi alma.

 

María

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