Cuando en la balanza
del tiempo muerto
pese más el pasado que el futuro
es posible
que la vida siga.
En ese impás
cabalgando fechas
del calendario
obligatorio
en lo profundo del sol
y las sombras
a través de mi ventana
engatusados
los escolares
traspasarán
la lluvia y el frío
el calor y el ruido
el silencio del emigrar
de las golondrinas.
El final espera su tiempo
de desamores de cama
tibio el hueco
del que alguien
nos llama.
Ana de
Ana de la Arena nos resume una balanza de realidad entre el pasado y el futuro. Hay una calidez que se desprende de cada verso, una nostalgia oculta que vuela entre las alas de las golondrinas en su emigrar. Ella conoce esa emigración, aunque en realidad somos muchos los que conocemos una situación parecida.
ResponderEliminarGracias a ella, sabemos un poco más de ese país hermano, de unas costumbres que ella sabe reflejar, ya sea en poemas, o en aquellos cuentitos como ella los llama, reflejando costumbres y vivencias.
Mis felicitaciones van junto a mi afecto.
Ana, gracias por llevarnos de la mano por una tierra entrañable.