TIERRA
Enmudece al hombre un ápice de esperanza
cuando no todo es egoísmo y el mundo avanza,
el planeta está despertando, no todo es monarquía
uniendo nuestras ideas para cambiar la sequía.
Dejad de
encubrirlo aunque sea doloroso,
la tanatopraxia ya no sirve de nada,
el mundo se levanta de su vil letargo,
sigue habiendo esperanza en esta humilde tierra.
Que dancen todos los niños de cualquier paraje,
que no se enfrenten los hombres por una parcela,
que el hambre mata a naciones sin esperanza ninguna,
que todos somos hijos de la misma tierra.
¿Acaso no tienen derecho los que aquí se habla?
¿O tienes menos legitimidad, por no tener libertad?
Quítale el hambre al mendigo, quítale el arma al preso,
pero nunca le quites la esperanza a un ser inquieto.
No dejemos yerta la tierra, nuestro planeta nos quiere,
no luchemos en contra de ella pues el matarla nos
hiere,
seamos capaces de no ser egoístas, es lo que nos está
matando,
nos pide salvarla y, ciegos, sin ella nos estamos
quedando.
Eva
M
Eva siempre en sus poemas nos recuerda la realidad, esa realidad que se escribe cada día en grandes letras. Desde luego no se habla demasiado, de una verdad que está acabando con este bello planeta que recibimos gratis. El egoísmo nos lleva a esa desigualdad tan escandalosa que hunde en la miseria a unos seres que tienen todos los derechos. Eva nos habla del derecho a la libertad de los que no la conocen. Nos habla del hambre del mendigo, mientras que un derroche, incluso vergonzoso azota al llamado primer mundo. Se habla cada día de muchas cosas que además de no interesarnos nos molesta ya por repetitivo, por agobiante.
ResponderEliminarPero nos estamos jugando mucho, demasiado. Tal vez parezca aburrido hablar siempre de esta desigualdad, de la injusticia. Para Eva es importante este tema. Todos y cada uno de sus versos están en una dirección de despertar conciencias.
Precioso Eva, como todos tus poemas.