Un
frío de escarcha y palabras,
domina
el aliento de mi vida.
Y
busco, en esta tenue madrugada,
una
luz que alumbre mis heridas...
No
encuentro la paz deseada
ni
el deseo saciado de desidia
sólo
tengo fracasos y desesperanza
y
una ilusión que se difumina...
Sólo
espero la señal de la esperanza
y
un sueño aleatorio que ilumina,
mis
ilusiones y mis templanzas,
mis
emociones y mi vida...
Hoy
mis versos son,
una
franja de palabras
que
definen el horror...
Una
cárcel de odio
que
se incrusta en la razón...
Son
los pueblos que se odian,
y
se matan con rencor.
Y
siguen las masacres,
latiendo
en mi corazón.
Hoy
mis versos se derraman
y
me llenan de dolor;
y,
una impotencia me arrastra
a
un mundo sin compasión.
Iluminados
genocidas
que
asesinan sin piedad
la
vida de inocentes
que
sólo piden la paz...
...
una paz arrebatada
por
el odio y la maldad.
Hoy mis versos lloran,
con
lágrimas de soledad.
Y
siguen los genocidios,
matando
a la humanidad;
¡Cuanta
impotencia vivimos
y
cuántos vivos, morirán.!
La
paz es una quimera,
y
la guerra, la realidad.
Un
paisaje de crueldades
nos
arrastra sin piedad;
y,
seguimos enfrentándonos
cada
cual, con su verdad.
Este
mundo se derrumba,
y
con él, la humanidad.
Ayer,
fue el nuevo orden,
hoy,
el nuevo desorden mundial.
Francisco Lira
Noviembre, 2023
Lira. Un poema que se recita con el corazón encogido de tanta y cruda realidad. Con ese sentir tuyo tan sensible lleno de humanidad. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Auri, un 😘
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