Open Arms
Mordería a dentelladas
hasta el cielo de la boca
cada vez que se sumerge
una barca bajo el agua.
Rompería con mis manos
los muros y alambradas
que separan las familias
sin que la Iglesia haga nada.
Open Arms, de salvamento marítimo,
exponen sus vidas a la muerte
por aquellos que quedaron
en el olvido.
Aún tenemos en la retina
al pequeño de dos años, Aylan,
que yacía en la orilla de la playa,
el mar le llevó hacia la arena.
No tuvo quien le llorara,
su cuerpecito sin vida
en brazos se lo llevaban,
esa imagen me llenó
de mucha pena el alma.
Médicos Sin Fronteras
claman su grito al cielo,
queriendo salvar las vidas
de las madres que en el mar
están pariendo.
¡Qué pena! del que no entienda
la lucha del ser humano,
caminando sin descanso
con sus hijos de la mano.
Huyen de las guerras,
provocadas por indeseables tiranos.
No podrán poner puertas al campo,
ni alambradas en el mar,
ni al empeño de los hombres
navegando hacia la tierra
que les quiera abrazar.
Pepita Sáez
como siempre Pepita, tus poemas son de sentimientos, de reivindicación y humanidad. Por eso son grandes poemas que nos llegan a todos.
ResponderEliminarTe felicito por tan entrañable poema.