Si algún día te preguntan
por una anciana encorbada,
cubierta toda de canas
buscando siempre en la nada.
Diles que soy una nube
que persiguiendo una estrella,
recorrió ya mil caminos
buscando siempre tu huella.
Diles que soy como el agua
que al brotar ya de la fuente,
persigue siempre el caudal;
antes acaricia el río
y luego busca la mar.
Diles que soy aquel brote
que espera la primavera,
para envuelta en mil aromas
ascender hasta tu vera.
Diles que tengo un deseo
que vivo y muero por él,
que a tu lado quiere estar,
para fundirme en tu esencia
por toda la eternidad.
María Naranjo
Es para no olvidar, y por eso repetir hasta la memoria. Tiene la dulzura de otres tiempos.
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