domingo, 14 de julio de 2024

EL JUICIO DEL PARNASO, de Luis Arranz. Revista poética 2.15



                                      

En la Mitología griega, el monte Parnaso era el lugar en donde residían las Musas. Poder entrar en él, era la aspiración más alta de todos los poetas. La corona de laurel era el símbolo más preciado que distinguía a los grandes maestros.


De camino hacia el Parnaso, 

trovador, bardo y poeta…

antes que llegue el ocaso,

ascenderán a su meta.

 

Por senderos tortuosos;

por veredas peligrosas;

cansados y sudorosos;

con miradas afanosas…

 

por fin, a la entrada llegan.

Exhiben su producción

y, todos ellos alegan

valor y dedicación.

 

En un cofre, guarnecido,

hay quien muestra su poesía.

En cambio, otros han traído

alforja medio vacía.

 

Las Musas elegirán

entre ellos, a los mejores

y, sus nombres cantarán

con sus odas… sus loores…

 

Expectantes permanecen…

Sus dientes castañetean

y, las horas enlentecen…

Los nervios les espolean.

 

Clara noche los ampara;

la luna está en su esplendor;

 cada uno se prepara

y… ¡Aspira a ser el mejor!

 

¿Qué poemas les darán

acceso a la eterna gloria?

¿Qué cabezas lucirán

el laurel para la Historia?

 

¡La decisión se hace larga!

¡Las Musas son implacables!

¡Juzgar es pesada carga!

Los fallos… ¡Inapelables!

 

En las puertas del Parnaso

han aparecido, inscritos,

los que tienen libre el paso.

Los demás… ¡Son los malditos!

 

Los elegidos serán

laureados y dichosos.

Los malditos vagarán

por caminos escabrosos.

 

Poetastros, castigados

a la exclusión permanente.

Pronto serán olvidados.

¡Se pierden entre la gente!

 

Es… la rigurosidad

propia de excelsas Deidades.

Aquí no existen: piedad,

titubeos ni amistades…

1 comentario:

  1. Felicidades Luis, por este poema tan bonito, que sin duda te deja en las puertas del Parnaso

    ResponderEliminar

Dos poemas de Ángel García López

                      Tierra de nadie               Con este abrazo, herido de metralla,                                 ...