jueves, 29 de agosto de 2024

VERDOSAS ESTRELLAS, de Gracia Espino. Revista poética 2.31




Yo soñé lo que añoraba soñar,

soñé contigo amor, sí, yo soñaba

noche negra y llorosa se esfumó

tu boca con la mía se juntaba.

 

En tu mano la mía enamorada

melindrosa al céfiro se ceñía

no queriendo cerrar la corta noche

con placer en tus brazos me dormía.

 

Dejé mi flor creciendo entre la grava,

de un sueño tan feliz que no se oía,

todo dejé buscando ¡sólo un beso!

Mi aliento entre tu aliento se fundía.

 

No tengo nada más que tu figura,

colgada cual péndulo, me da abrigo;

la memoria… Tal vez ya muy perdida

aunque tú siempre, siempre, estás conmigo.

 

Glorioso el amor fuerte de diamante

hecho añicos aún continúa brillando

que puede engollipar sin darte cuenta

y sin pensar, reírte si estas llorando.

 

Quisiera retenerte en nuestras farras,

gozando paso a paso esos instantes

y arrebujarte en sombra de mis brazos

con los ojos embelesados de amantes.

 

Ya prendidas están en tu mirada

verdosas estrellas que nos siguieron

en mi furor, lloré de tu amor preso

con miles, que en los sueños se perdieron.

 

Tal vez la noche vuelva y me comprenda,

sí, soñé contigo amor, ¡te añoraba!

Mi pecho galopaba entre la luna

y escribió que en mi sueño te soñaba.

 

Gracia Espino                        

martes, 27 de agosto de 2024

VELADA CONFIDENTE, de Carlos Rodríguez. Revista poética 2.30

 



Perdido entre la gente la he buscado,

Porque aún su recuerdo me condena

a vagar cual si fuese un alma en pena

bajo un atardecer ensangrentado…

 

El Sol con su fulgor atenuado

mi turbación mitiga y la serena,

y es entonces cuando ella entra en escena

¡suspendida en un cielo constelado!

 

¡Oh Luna, envuelta en tu halo evanescente,

tú que en la noche tienes por costumbre

del triste amiga ser y confidente!;

 

¡tu luz de compasión pido me alumbre,

pues mi amada del mundo ya está ausente

e inmenso es mi dolor y pesadumbre!

 

Carlos Rodríguez

sábado, 17 de agosto de 2024

UNA SIMPLE MIRADA, de Quini Holanda. Revista poética 2.29

 



Basta la luz de una simple mirada,

para compartir..., sí, toda una vida;

entre rosas y entre espinas, ¡vivida!

A veces, arrastrada hacia la nada...

 

Soledades y fríos de madrugada,

venciendo las jornadas, ¡abatida!

¡Ay, cuántas y tantas... incomprendida!

¡Cuántas noches el alma desolada!

 

Remontando los pálidos senderos,

cosechando en sus versos, ¡mundo amado!

¡Dejadla... entre olivares y romeros,

 

con tan preciado don que Dios le ha dado;

¡sí, que recoja, al pie de los luceros,

la luz... que nada y nadie... le ha robado!

 

A ti, mujer

¡Mujer, madre, esposa, amiga!

¡Cuántas asignaturas te ofreció la vida!

 

Quini Holanda Romero 

 


jueves, 15 de agosto de 2024

ROMANCE A UNA MAESTRA: ISABEL, de Venerando Murciano. Revista poética 2.28




En la senda del camino,

un capítulo culmina,

mi amada maestra,

tu labor se ilumina.

Con sonrisas y suspiros,

jubilosa, te retiras.

Tus alumnos son testigos

de tu apasionada vida.

En el aula, tu sembraste

Ilusiones divertidas,

Cosechando entre los niños

carretadas de sonrisas.

Letras y números danzan

en muchos ojos infantes,

como versos que riman,

en tus labios vibrantes.

La maestra jubilada,

será eterna en mis estantes,

como el sol que alumbra,

en mi alma a cada instante.

 

Tu gesto perdurará

como cálida canción,

como aquel río sereno,

que nos llenó el corazón,

de sabia sabiduría

y momentos de emoción

para seguir nuestra senda

caminando con pasión.

 

Te mereces un descanso

repleto de dulce calma,

tejiendo en tus memorias,

como hilos de una palma,

el vestido de colores

que has creado en nuestras almas.

 

Hasta la vista Isabel.

En nuestra mochila habitas.

Siempre estarás con nosotros

como maestra de querida.

Tu historia será un poema

en el libro de la vida,

en el alma de los niños

a los que besaste un día.

 

Venerando Murciano LeónPrincipio del formulario

 

lunes, 12 de agosto de 2024

PER A UN QUADRE DE JOAN ZAFRA, de Josep Girona. Revista poètica 2.27

 



L’obscur quadre de la vida

que tinc als peus del meu llit:

les estances, les estretes

finestres i els racons

més foscos als quatre angles,

què em volen dir?

                            ¿Que no cal

per no-res amoïnar-se

si ja tot és sentenciat

des del principi del temps?

 

L’Algoritme Inescrutable,

que tot ho lliga ben fort,

només vol que li dem corda,

estadants d’una presó

de Piranesi, amb pena

perpètua fins a la mort.

 

Josep Gerona Fumàs, 25-3-24

sábado, 10 de agosto de 2024

EL HORTELANO, de Carlos Luzón. Revista poética 2.26

 



Una tenue sombra, de melancolía,

asoma a los ojos del hortelano.

Esperando que crezca el río,

ha visto como las últimas nubes

se oscurecían en el ocaso.

 

Lleva un sombrero de esparto

y el libro de Don Quijote,

lo guarda en algún lado.

Ponto recogerá la cosecha

y pisará la tierra que, con afán, ha labrado.

Ha visto una golondrina y, por momentos,

se pierde en misterios,

llamémoslos trascendentes.

Pasan las horas.

Siempre hay una lágrima para terminar un poema.

Sus manos están callosas

de tanto usar la azada

que penetra en el vientre de la tierra .

 

El viento trae voces lejanas;

cantos antiguos de otras generaciones;

levanta la cabeza al cielo;

pronto habrá que recoger.

No guarda con candado la chabola,

-sabe cuál es el último sentimiento del ladrón-

deja el cigarro y se lava las manos.

Su mirada se ha vuelto cordial y amable.

Las estrellas en la bóveda,

como si fueran velas,

le cantan su último cumpleaños.

Pronto ya no volverá al huerto.

Pronto ya no peleará con el río.

Anochece. Vuelve a casa.

Allí le esperan sus nietos.

Ellos le cerrarán los ojillos.

Tiende una sonrisa….

y vuelve el polvo a polvo…..

Siempre hay una lágrima

que se escapa

para terminar un poema…

 

Carlos Luzón

jueves, 8 de agosto de 2024

POEMA, de Marc Molins. revista poètica 2.25

 



I si la vida em va agafar fort?

amb les arrels de l’univers.

I si, quan es posa el dia

la nit s’agafa al sofà?

I si, quan vaig marxar

tu vas arribar?

I quan tu vas reposar

jo vaig caminar?

Un petó em vas donar,

i jo allà enganxat em vaig quedar.

i una rere altre van passar,

per jo allà enganxat em vaig quedar.

I si no t’haguès dit aquella cosa,

no haguès passat aquella altre cosa?

I jo no estaria en aquest punt.

Pero no estic pas tant malament,

davant d’uns poetes meravellosos.

Donant corda a la ment

parlant de passat, futur i present.

 

Marc Molins

martes, 6 de agosto de 2024

MI PARECIDO, de Julián Ibáñez. Revista poética 2.24

 


“Cada vez me recuerdas

más a tu padre”

me dicen en el pueblo

por cualquier calle.

 

La mirada, los gestos

y los andares.

Su carácter abierto

y su donaire.

 

Cada vez te pareces

más a tu padre.

Hasta en los movimientos

le vas un aire.

 

Me llaman por su nombre,

aunque no saben,

lo feliz que me hace

que me comparen.

 

Aunque mucho cambiara

cara y semblante,

difícil es que igualara

su gran talante.

 

¡Hola…! ¿Cómo estás, Miguel?

¡Hola…! ¿Qué tal vas, Julián?

Me llamen como me llamen,

Les entiendo por igual.

 

Lo bueno es que te saluden

cuando te vean pasar.

Y, en el saludo, demuestren

su cariño y amistad.

 

Miguel, nombre de mi padre.

Julián, nombre de mi abuelo.

Nombres de Santo y de Arcángel,

salvoconducto del cielo.

 

Cada vez me parezco

más a mi padre.

Cuando me miro al espejo,

su cara sale.

 

Es tiempo de merecerse

con tantos años cumplidos.

Y es un honor, parecerse,

a un padre como el mío.

 

JULIÁN IBÁÑEZ

domingo, 4 de agosto de 2024

MI CORAZÓN CANSINO, de Encarna Jiménez. Revista poética 2.23

 


Este corazón cansino,

que late dentro de mi pecho,

ansioso está de volar,

en mi pecho lo retengo,

quiere volar a otros lares

que están en mi pensamiento.

Quizás, cuando llegue el día,

que no me aten lazos fieros,

yo recoja mi equipaje

y mi corazón viajero,

juntos camino adelante

iremos sin rumbo cierto,

con la cabeza bien alta

y el paso firme y resuelto

como Quijote que avanza

dispuesto al enfrentamiento

de fantasmas y gigantes

que habitan dentro de mis sueños,

es don Alonso Quijano,

mi más cuerdo compañero

y mi corazón fiel Sancho

a su lado irá sin miedo,

arrogante y decidido,

por valiente y escudero.

Un día, cuando todos duerman,

nos iremos en silencio,

con la maleta ligera

raudos, prestos como el viento,

sin dejar rastro, ni huellas,

de que un día en otro tiempo

aquí anduvieron mis pasos

en este planeta infierno.

Mi corazón malherido,

hoy tan ajado y maltrecho,

le coseré sus heridas

y voy a echarle un remiendo

porque vuele libremente

sin trabas ni impedimentos.

que se remonte tan alto

como el águila en su vuelo,

este corazón que late

inquieto entre mis huesos:

voy a soltarte las alas

para que levante el vuelo.

 

Encarna Jiménez

viernes, 2 de agosto de 2024

LOS OJOS DEL LAGO, de Araceli Moretó. Revista poética 2.21

 



Si en las noches pudiera dormir como duerme el lago,

que oscuro refleja una turbia quietud,

plagadas de estrellas, reflejos extraños

sus aguas tan quietas, parecen fantasmas

que  piden clemencia, ausentes de luz.

 

Sus ojos me miran, los ojos del lago

y mi alma se inquieta con nueva inquietud

y luego el silencio, silencio pausado

y una débil luna escasa de luz

se posa en mis ojos, mis ojos cansados

pues dormir quisiera, como duermes tú.

 

Y observo muy quieta la eterna quietud

que nunca despierta antes que  la luz,

esa luz del día, plagada de vida

que en mañanas frías, tus aguas heladas

reflejan miradas plagadas de luz.

 

Ahora es de noche, y sigues callado

y callado escondes tu eterna quietud.

El silencio eterno, se rompe un momento

Se oye un grito extraño, que rompe el encanto

La luna sonríe en las aguas del lago

Quisiera dormirme, apagar la luz

que hay en mis ojos, pero mis sollozos

llenos de inquietud, me tienen despierta

no dejan que duerma, como duermes tú

 

Araceli Moretó

 

Dos poemas de Ángel García López

                      Tierra de nadie               Con este abrazo, herido de metralla,                                 ...