Si me volviera morena
y alta
y así de repente, transformada,
aprendiera a quererte.
Si me volviera hiedra
que sube por tu cuerpo
y enredara mis manos en tus pasos.
Si me volviera lluvia delgada
sobre tu pecho ancho
y creciera mujer…
Pero soy paisaje incompleto
de catedrales frías,
el sol se fue en octubre
anhelando melancólicos trinos sobre sus rayos.
No puedo volverme percha ni ventana,
me doblo cada vez que lo intento.
Son mis piernas de plástico y desesperanzadas
quienes me impiden perseguirme.
Si me volviera yo misma…
cualquier cosa podría ser un beso.
Lupe García
Este poema, una metáfora que nos habla de lo que podría ser, pero que no se alcanza. Lástima que el vídeo no se escucha, no se puede apreciar, lo que por suerte nos revela el poema escrito.
ResponderEliminarVigila la próxima vez el sonido Lupe, será bueno escucharte.