Corres, Eresma,
tus aguas tienen prisa
por regar la primavera.
Un puente sobre ti, me obliga
a mirarte en otra perspectiva…
Ángulos olvidados
a fuerza de verte y contemplarte
errante, siempre errante,
lluvia en camino.
Así te vio Antonio
Machado.
Él también, como nosotros,
en trance migratorio del destino.
Sus paseos por estas alamedas
tendiendo puentes
entre ideales e ideas…
Otra mirada, cada uno la nuestra.
Tolerancia.
Y te vas, Eresma, rio abajo
por cauces que siempre fueron tuyos,
como él se fue por los senderos
que a fuerza de huellas
al andar fueron tan suyos.
Pilar
Pérez Merinero
Un paseo por la alameda, siempre ha de ser reconfortante, la canción del río deslizándose sobre su camino ya trazado, silencioso tal vez bajo el puente, esa alameda verde, que ya es una sugerencia de paz. Un cuadro de color que me ha llevado esta mañana a otra alameda que llevo en el recuerdo.
ResponderEliminarUn placer Pilar leerte y escucharte.