sábado, 5 de junio de 2021

Recital de mayo. Ángeles Martín

 

CAMPESINOS DE MI TIERRA

1948---1963

 

 

Campesinos de mi tierra,

¡Cómo recuerdo esos años!

Qué duros eran los tiempos,

¡Cuánto esfuerzo! ¡Qué trabajos!

 

Hora y media caminando

hasta llegar a unas tierras

que al final de muchos viajes

solo producen miserias.

 

Mal comidos, mal calzados,

tormentas inesperadas,

calados hasta los huesos

entre sabinas y aliagas.

 

Pueblo bravo de la sierra:

allí tuve yo mi hogar.

El resplandor de la nieve

dio luz a mi despertar.

 

Con el destino marcado,

mi espíritu luchador

braceó por arroparse

en un entorno de amor.

 

Me entregué, con voluntad,

desafiando a los vientos.

Para paliar las tormentas.

cantaba a la libertad.

 

La sociedad va cambiando,

el campo está “abandonado”,

el trabajo de las tierras,

ni aun por limosna, es pagado.

 

Emigramos como tantos

en busca del alimento;

cambiamos, por pan, de casa,

enterrando sentimientos.

 

En una noche de otoño,

esperanzada y amable,

vinimos a Cataluña,

ciudad de promesas grandes,

 

volví a ahondar mis raíces,

a plantar mis ilusiones.

Me volví a entregar entera,

trabajando con afán,

en esta la nueva tierra.

 

Se ensancha mi corazón

cada vez que hablo de ella,

pero... cuando oigo una jota,

ese corazón “se escapa”

para volar a la vieja.

 

Ya va quedando en olvido

aquella forma de vida.

Pero yo no he olvidar

lo que mis padres sufrían.

 

Ya no siegan con guadaña,

ni avientan el trigo al aire,

ni acarrean las cosechas

por sendas casi borradas.

 

A todos los labradores

de mi querido Aragón,

rindo homenaje postrero

por su esfuerzo y su tesón.

 

Cuando sus cuerpos dolidos,

trían tarde del campo,

ellos solos se animaban

y una jota iban rezando.

 

Esa jota que es bandera,

de coraje, resistencia,

el eslabón que me une,

es de mi casta la herencia.

 

Lo mismo para alegrarme

que si la pena me ciega,

hay en el cielo una ronda,

que si canto, ellos rasguean.

 


Ángeles Martín Millán

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