Toda una vida para llegar a la nada.
Toda la nada para contar una vida.
Toda la nada en la voz de la muerte.
Toda la vida huyendo hacia el silencio.
Escrita sobre una lápida reza una historia
que se repite sobre otra lápida
que junto a otra lápida cubre tierra muerta.
Tras las altas verjas alguien pisa despacio
las huellas que conducen al pasadizo
donde beben salmos de agua las estrellas.
Siglo a siglo los nombres aferrados a la piedra
han soportado las mordeduras del viento,
las puyadas de la lluvia, la picazón de la nieve.
Siglo a siglo aquellos que huyeron río arriba,
libres como las alas de un albatros,
hallaron en la estrecha sombra de estos muros
refugio para completar la eternidad.
Toda vida merece ser respetada
si respeto cosechó frente a las mareas
y contra los embates del mal tiempo.
Una hora de vida es vida,
y un minuto de vida es vida,
y un segundo de vida es vida.
Toda vida es el ahora, lo que hago o lo que digo:
lo demás es pasado, entrada o salida
por la verja oxidada de cualquier cementerio.
(del libro, Mar de Praga, Premio
Blas de Otero, 2004)
José Luis García Herrera (Esplugas de Llobregat, 1964)
Jose Luis García, manifiesta una agilidad en la palabra prodigiosa. No me extraña que haya ganado tantos premios. Son bellas todas sus palabras, hermoso cada verso y descriptivo cada poema. En este confinamiento, cuando la incertidumbre nos alcanza de alguna manera, en este poema, imagino, sin pretenderlo, nos recuerda que al final todo se acaba, que también seremos libres como las alas de un albatros.
ResponderEliminarEs agradable leer lo que brota de sus manos: "ACTA DE FE", "PRIMERA NOCHE EN PRAGA", "LECCIÓN PRIMERA" "SOBRE EL PÁRAMO AGRESTE" entre otros.
Gracias Jesús, por poner ante nuestros ojos, poemas tan valiosos.
Además de buen poeta que escribe indistintamente en catalán y castellano, es un gran amigo.
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