EL CORONAVIRUS
Nos despertamos un día
y nos dicen: ¡cuidadito!
que un pequeño soldadito,
a hurtadillas, destruiría
la casa tuya y la mía.
Pues… yo juro, por mi honor,
que quiero ser matador
de este elemento nocivo,
si alguna vez me apercibo
que se halla a mi alrededor.
EL VIRUS DE LA CORONA
El virus de la corona
ataca a unos ingredientes
que, por mor de impertinentes,
el pueblo no los perdona.
Todo se les desmorona:
corona, trono y palacio.
Pero… vayamos despacio
que, con gente poderosa,
quizás no cabe otra cosa
que empezar por el prefacio.
EL CONFINAMIENTO
Sentenciado en cuarentena,
se enconan mis pensamientos.
Duros, terribles tormentos,
entre el coraje y la pena.
¡Microscópica condena
coartó mi Libertad!
Y agonizo en soledad,
enajenado entre rejas
que, abominando estas quejas,
arruinan mi integridad.
Luis Arranz
A ver si vencemos al virus, aunque sea con el arma de la poesía. Te felicito por estas décimas muy bien logradas. Un abrazo virtual.
ResponderEliminarLuis, esta agilidad tuya para describir cualquier cosa es bastante envidiable. Si añadimos, un poco de sal, azafrán y tomillo, es que ya no se puede pedir más.
ResponderEliminarUn toque de humor, a lo mejor es lo que nos falta en estos días confitados. Pues en tu pluma podemos encontrar de todos los ingredientes. Y ya todos reunidos, tenemos un plato excelente.
Una delicia leerte Luis.