Escalera del agua
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Nada a
nada de mí, ya deshojado
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bajo
la luz gacela de Granada
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Cae el
agua. Lentamente las horas
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dibujan
horizontes de jazmines
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recobradas
del tiempo en el rumor
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de un
vuelo de palomas y arrayanes.
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Cae el
agua. El aire en mil colores
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transparenta
la dulce
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caricia
de las rosas
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los
mirtos y geranios
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las
adelfas amargas que iluminan
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la tarde
primavera
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el agua
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el aire
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tu voz
azul de nuevo imaginada
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en el
rozar de un pétalo
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los
labios de la tarde
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la
música del agua siempre siempre
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mientras
en mil colores
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el aire
se desangra.
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Cae el
agua. Sentado aquí en la piedra
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que bajo
nardo y beso palpitara
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eternizada
al fin
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en
lágrimas de ausencia
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contemplo
la eternidad en piedra y agua.
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Cae el
agua. Y un tiempo sin contorno
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de
insomnes labios traslúcidos de amor
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acaricia
la umbría soledad
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con sus
dedos de sombra
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y el
corazón vacío
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tembloroso
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con
límite en la luz y su fragancia
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precipita
los sueños
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por senderos
de sal:
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salobre
soledad de la memoria
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la
eternidad al fin todo lo vence
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y canta
con el agua
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y con el
agua muere.
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Cae el
agua. Se ha llevado la luz
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el color
de las flores. Sólo queda
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el
perfume suspendido en el aire.
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Escalera
del agua.
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En el
alma la noche.
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(De Como el faro sin luz de la tristeza, 2000, Premio González de Lama)
Ramón García Mateos (Cerralbo, Salamanca,1960)
Ramón García, has de agradecer a Jesús que hoy conozca tus poemas, esos que hablan de niñez, del olmo, de tantos y tantos recuerdos que enmarcan a una madre siempre dulce, que deja ese sabor de canela en la boca y de jazmín en el recuerdo. Con este poema que hoy visita nuestro rincón; nos paseas desde la nostalgia, situados en la piedra, para ver el agua, los senderos de sal y la fragancia, hasta llegar a un corazón tenebroso. La luz, el color de las flores y el perfume que nos queda suspendido en el aire, en el alma de una noche.
ResponderEliminarRamón García, un gran acierto de la naturaleza.
Gracias, María por no sólo leer lo que aquí se publica, sino por indagar y descubrir algo más de los poetas que esbozo, fin éste que me agradaría conseguir de todos los lectores.
EliminarProcuro traer a poetas que, para mí, merece mucho la pena conocer y leer. A algunos me une una cierta amistad, otros son conocidos o no, pero todos son excelentes poetas que una buena lectora como tú sabe reconocer y paladear.
A Ramón lo conocí en la década de los 80. Él vive (y supongo que vivía) en Cambrils y yo trabajaba en el minitrasvase del Ebro. Acudí a la presentación que hicieron él y Leopoldo de Luis de un libro escritopor ambos. Fue en Tarragona y desde entonces lo he ido siguiendo. Nos reencontramos en Cambrils hace unos años en una tarde memorable de charla y cerveza mano a mano.Y es que ambos escribimos o escribíamos en los bares.