miércoles, 22 de abril de 2020

RAMÓN GARCÍA MATEOS: Rumor de agua redonda.





 Escalera del agua

Nada a nada de mí, ya deshojado
bajo la luz gacela de Granada

RAFAEL GUILLÉN
               


Cae el agua. Lentamente las horas
dibujan horizontes de jazmines
recobradas del tiempo en el rumor
de un vuelo de palomas y arrayanes.

Cae el agua. El aire en mil colores
transparenta la dulce
caricia de las rosas
los mirtos y geranios
las adelfas amargas que iluminan
la tarde primavera
el agua
el aire
tu voz azul de nuevo imaginada
en el rozar de un pétalo
los labios de la tarde
la música del agua siempre siempre
mientras en mil colores
el aire se desangra.

Cae el agua. Sentado aquí en la piedra
que bajo nardo y beso palpitara
eternizada al fin
en lágrimas de ausencia
contemplo la eternidad en piedra y agua.

Cae el agua. Y un tiempo sin contorno
de insomnes labios traslúcidos de amor
acaricia la umbría soledad
con sus dedos de sombra
y el corazón vacío
tembloroso
con límite en la luz y su fragancia
precipita los sueños
por senderos de sal:
salobre soledad de la memoria
la eternidad al fin todo lo vence
y canta con el agua
y con el agua muere.

Cae el agua. Se ha llevado la luz
el color de las flores. Sólo queda
el perfume suspendido en el aire.
Escalera del agua.
En el alma la noche.

 (De Como el faro sin luz de la tristeza, 2000, Premio González de Lama)

Ramón García Mateos (Cerralbo, Salamanca,1960)
Más poemas en: Cervantes virtual

2 comentarios:

  1. Ramón García, has de agradecer a Jesús que hoy conozca tus poemas, esos que hablan de niñez, del olmo, de tantos y tantos recuerdos que enmarcan a una madre siempre dulce, que deja ese sabor de canela en la boca y de jazmín en el recuerdo. Con este poema que hoy visita nuestro rincón; nos paseas desde la nostalgia, situados en la piedra, para ver el agua, los senderos de sal y la fragancia, hasta llegar a un corazón tenebroso. La luz, el color de las flores y el perfume que nos queda suspendido en el aire, en el alma de una noche.
    Ramón García, un gran acierto de la naturaleza.

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    1. Gracias, María por no sólo leer lo que aquí se publica, sino por indagar y descubrir algo más de los poetas que esbozo, fin éste que me agradaría conseguir de todos los lectores.
      Procuro traer a poetas que, para mí, merece mucho la pena conocer y leer. A algunos me une una cierta amistad, otros son conocidos o no, pero todos son excelentes poetas que una buena lectora como tú sabe reconocer y paladear.
      A Ramón lo conocí en la década de los 80. Él vive (y supongo que vivía) en Cambrils y yo trabajaba en el minitrasvase del Ebro. Acudí a la presentación que hicieron él y Leopoldo de Luis de un libro escritopor ambos. Fue en Tarragona y desde entonces lo he ido siguiendo. Nos reencontramos en Cambrils hace unos años en una tarde memorable de charla y cerveza mano a mano.Y es que ambos escribimos o escribíamos en los bares.

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